Te escribo a ti joven, para que siempre tengas presente que sí hay un futuro esperanzador para ti.
Tal vez aquellas personas quienes pertenecen a mi generación… “los ochenteros” sabíamos que al salir de la universidad tendríamos un espacio en el cual trabajar.
Tú, sin embargo sabes que el trabajo como empleado escasea y cada vez se va haciendo más difícil conseguirlo.
Para ti la alternativa habrá de ser la de reinventarte y convertirte en un emprendedor. Ser un sujeto que busque un nicho de creación y de generación de nuevos productos.
Hoy día la tecnología hace posible que las personas siempre encuentren alguna oportunidad para trabajar a través de las redes de comunicación electrónica.
Tú joven, tienes esa gran ventaja sobre nosotros la generación que te vio nacer.
Naciste en otra era. Y en otro momento de la vida y ello te ha permitido ser capaz de manejar las herramientas de la comunicación electrónica de manera sumamente eficiente y eso te aporta un “plus”.
Joven… muchacho, amigo mío, ex-alumno, sobrino. No te sumerjas en la desesperación y no ahogues tu frustración alcoholizándote hasta quedar hecho un guiñapo. Las drogas no son una solución a tus problemas.
La vida para está en otra parte, tu vida está en buscar nuevos motivos para ser feliz.
Tu vida está en buscar un camino hacia la espiritualidad el que sea, el que tú desees, ejercítate siempre y ahí encontrarás amigos sanos.
Crea, inventa, trabaja y ahorra… aprende el maravilloso arte de ir construyendo un patrimonio.
Vive en tiempo presente, pero mantén la mirada puesta en el futuro.
Este es tu momento y no otro.