Cultura

Temporada de gansos (1)

  • Columna de Laura Ibarra
  • Temporada de gansos (1)
  • Laura Ibarra

El gobierno de López Obrador cumple en estos días seis meses en funciones. Si se considera que ha tomado decisiones y se ha colocado en el centro del poder desde su triunfo en las elecciones, cumple ya un año gobernando. Sin embargo, el presidente, ante el reclamo por los escasos cambios reales, sigue insistiendo en que le dejaron un cochinero y pide tiempo para “limpiar” las cosas.

No dudo que le hayan dejado un cochinero, pero el arranque de la “operación limpieza” no se ve por ningún lado y lo que es bastante visible es su incapacidad para gobernar.

El discurso de la 4T empieza a agotarse, sobre todo porque, más que un cambio hacia adelante, observamos la restauración de formas de organización política que ya se habían medianamente superado. La estructura vertical partidista del viejo PRI resucitó en Morena, el clientelismo y la compra de votos a cambio de becas están de vuelta y el protagonismo exclusivo del presidente en la escena política es todavía más penetrante que el de Luis Echeverría o el de Peña Nieto.

Los tres proyectos de infraestructura que planea construir este gobierno han sido criticados por especialistas desde todos los ángulos: un aeropuerto en un sitio con un cerro al lado y con neblina cinco meses al año, un tren que no será rentable y que provocará un desastre ecológico y una refinería en tiempos en que los países de vanguardia buscan energías limpias (¡Uff!).

El primer trienio de 2019 ha sido el más sangriento en la historia moderna de México, aunque el presidente siempre argumenta que tiene otros datos. Su propuesta para reducir la violencia, la Guardia Nacional, es, en voz de los expertos, una nueva versión de la guerra fracasada de Calderón. (mi amiga fifí afirma, por cierto, que los uniformes parecen deslavados en cloro).

Los pronósticos de crecimiento económico son corregidos permanentemente a la baja. El día de ayer, Banxico sugería que si las cosas no salen bien creceremos en 2019 un 0.8 por ciento. Algo muy lejano al 4 por ciento que se prometió.

La rutina del presidente deja ver que no tiene ni idea de cómo se gobierna un país. La mañanera sirve para desinformar, para propagar datos falsos y para dejar ver ciertas limitaciones (“Hace 10 mil millones de años ya estaba poblada América”). El viaje diario a la plaza pública confirma los señalamientos de que el Ejecutivo se asume todavía en campaña. Y el Gabinete es prácticamente inexistente (¿Cuál gabinete? ¿El de cocina?).

Los sectores sensibles de salud y educación no muestran ninguna mejoría. El IMSS está peor porque tiene menos presupuesto. Hay menos médicos, menos enfermeras, menos medicinas, menos tratamientos y menos voluntad de mejorarlo.

La educación tampoco mejora. Los diálogos con la CNTE hacen pensar en más concesiones a los sectores responsables del retraso educativo en México.

A estas alturas nadie puede creer que el futuro de los jóvenes de México se encuentre en una beca de 3,600 pesos por laborar como mesero, lavando trastes o sacando copias.

Pero, el sello más evidente de este semestre es el engaño y el autoengaño. La frase de “primero los pobres” se ha desdibujado hasta colocar a los pobres como el sector más afectado, independientemente de la forma en que perciban la realidad. La política de austeridad ha reducido notablemente los servicios que antes se les brindaban. Hay menos guarderías, menos medicinas para los menores enfermos de cáncer, etc. La resta es la operación favorita de la 4T.

En seis meses el presidente no ha iniciado la operación cicatriz, esa que todos emprenden después de las elecciones para dejar atrás el ambiente de confrontación. Se repiten los ataques a la prensa fifí, a la mafia del poder y a los que no piensan como él.

En política exterior tampoco hay que presumir. La carta a Felipe VI solo dejó en evidencia un conocimiento sesgado e incompleto de la conquista. Lo mismo se puede afirmar respecto a la nueva carta a Trump. Citar la relación de Juárez con el gobierno de Estados Unidos es aludir al cortísimo paso que nos separó de haber vendido a perpetuidad el derecho de tránsito por el istmo de Tehuantepec a nuestros vecinos. (¿No hay un maestro de historia que lo aconseje?)

No, de plano, no hay razones para festejar. (¿Cómo no? ¿Y el programa Probéis, que le otorgó 500 millones de pesos a la promoción del beisbol?). Ufffff!

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.