Cultura

Las relaciones poliamorosas

  • Columna de Laura Ibarra
  • Las relaciones poliamorosas
  • Laura Ibarra

Si Usted mira a su alrededor, podrá observar que la familia compuesta por el padre, la madre y dos hijos es un modelo cada vez menos frecuente. Nuestro entorno está lleno de madres solteras, parejas gays, solteros empedernidos, uniones libres y otras formas de convivencia. Además, algunas parejas de manera consensuada se permiten alguna infidelidad temporal. Ya sé que muchos conservadores prefieren cerrar los ojos y negar que esto es así o condenar moralmente estas formas de vida, pero eso es objeto de otra reflexión.

Las biografías ya no muestran la imagen del pasado. En la generación de nuestros padres, la gente se casaba con “el amor de su vida” (si es que existía algo así) y permanecía a su lado hasta que fallecía (aunque en los entierros aparecían “sorpresas”). Esa era la creencia que alimentaba al matrimonio. Pera ahora, los requerimientos de las etapas de la vida y las nuevas perspectivas de vida les permiten a las personas adoptar modelos distintos. Claro, que por razones que el mismo Freud empezó a estudiar todos anhelamos una relación permanente con una sola persona.

Tengo alumnos que por algunos años mantienen relaciones estables con sus parejas, en otros periodos son entusiastas casanovas, a veces viven con sus padres, luego viven con un grupo de amigos (a los que se refieren como roommates), algunos viven periodos bisexuales, homosexuales y heterosexuales. Algunas personas siguen prefiriendo mantener relaciones cerradas y otras se animan a incursionar en las relaciones abiertas (claro que todavía existe el macho que nomás no logra controlar sus celos).

Entre las posibilidades de vida afectiva que ahora han surgido se encuentra una llamada poliamor. Existen actores, actrices o figuras públicas que admiten vivir este tipo de relaciones. ¿Pero, qué es eso?

Bueno, pues es un grupo de tres, cuatro o más personas que mantienen relaciones afectivas, aunque no necesariamente tienen sexo entre sí. Aunque bien pueden llegar a un acuerdo que lo permita. No se trata de una especie de poligamia “tradicional”, pues la relación puede conformarse por una mujer y dos hombres. De hecho, las relaciones poliamorosas se presentan como una conquista del proyecto feminista. Además, una de las reglas de esta forma de relación es que no existen secretos.

Según los especialistas, esta forma de relación se ha establecido, porque las razones para la monogamia se han desvanecido. Antes, los hombres buscaban a través de la relación monogámica asegurarse de su paternidad. Pero, ahora una prueba de ADN resuelve el problema.

Las mujeres por su parte confiaban que las relaciones monogámicas les aseguraran el mantenimiento de ellas y de sus hijos. Pero, esta razón ha perdido peso, pues ahora muchas mujeres trabajan y pueden mantener a sus hijos sin mayores problemas.

Así que el valor social del matrimonio ha perdido sustento. Además, ante las experiencias de la vida y las cifras del INEGI, el escepticismo ante el amor eterno se ha vuelto endémico. En México, uno de cada cinco matrimonios termina en divorcio, con tendencia creciente. En Alemania, cada tercer matrimonio se divorcia.

Pero, además hay otro dato que hace pensar: Una de cada dos personas menor de 40 años ha sido una vez infiel en su relación actual. Así que muchas personas se preguntan si la monogamia realmente funciona.

En otros países, como en Alemania, hay grupos de ciudadanos que luchan por legalizar las relaciones poliamorosas. Algunos de ellos están cercanos a los movimientos por los derechos de los homosexuales.

¿Y qué dicen los especialistas al respecto? Expertos en teorías sobre la evolución afirman que las relaciones poliamorosas obedecen más bien a nuestros instintos que las relaciones monogámicas. En la Edad de piedra existieron relaciones libres, afectivas y/o sexuales entre personas que se conocían bien. Vivían en hordas y compartían todo, incluso el sexo.

La monogamia se desarrolló cuando el hombre se volvió sedentario. Antes, no tenía importancia quién había engendrado a cuáles hijos. La horda se preocupaba por todos ellos.

Según estudios genéticos, la monogamia es un fenómeno relativamente reciente, pues se estableció hace apenas 20,000 años. No obstante, es muy probable que ya en la horda hubieran surgido relaciones monogámicas temporales al servicio de la reproducción. La relación monogámica garantizaba el mantenimiento de los niños e impedía que el hombre distribuyera sus recursos en otras mujeres. Además de que ofrecía ventajas para el desarrollo mental.

Actualmente, los psicólogos coinciden en que el ser humano no actúa conforme a un solo modelo. En el transcurso de la vida, las estrategias amorosas cambian. Las opciones dependen si se es joven, viejo, bonito, feo, rico, pobre, saludable, talentoso, etc. (o la capacidad, por ejemplo, de tolerar a una buena cantidad de suegras y suegros).

La realidad ha cambiado, pero nuestros cuerpos son lo que fueron: Exigen una relación de pareja confiable, pero en ocasiones algunas “aventuras”.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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