En la actualidad hay unos mil 800 millones de millennials en la Tierra, lo que los convierte en el grupo de adultos más numeroso del mundo. Eso supone alrededor del 23 por ciento de la población mundial. Según las Naciones Unidas, sólo en América Latina viven unos 155 millones y en Estados Unidos 76 millones.
No es tan distante del presente, pero hace unos 10 años, muchos tenían la preocupación de que los millennials serían una generación malcriada que no podría manejar un "no" como respuesta, y eso podría impactar el trabajo laboral y la creación de valor.
En cierto modo, eso resultó ser cierto, pero no de forma totalmente negativa. Si nos detenemos a analizar toda la disrupción que trajo esta generación en la última década, resulta evidente que no aceptar un "no" como respuesta impulsó el espíritu emprendedor a un nivel nunca visto en la historia.
En Estados Unidos, conocido como el país del espíritu empresarial y el capitalismo, se crearon 560 mil nuevas empresas en 2010, frente a la sorprendente cifra de 804 mil en 2020 (incluso con el inicio de la pandemia), según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos. Esto supone un crecimiento del 43 por ciento frente a un crecimiento de la población total del 7 por ciento.
Los Baby Boomers y la Generación X, que precedieron a los millennials, tuvieron diferentes retos, como una serie de guerras, la Guerra Fría, varias revoluciones, inflación, la dificultad de alcanzar, en EEUU, el sueño americano, y más. A pesar de ello, se les decía que comprar una casa y trabajar de 9 a 5 era la clave del éxito y, de hecho, la época que vivieron realmente satisfizo la comodidad de muchos. Con ese confort ganado criaron a los millennials, diciéndoles que podían hacer todo lo que quisieran, ya que los primeros de su generación nacieron en los años 80.
De hecho, lo hicieron.
El nivel de disrupción que el mundo ha experimentado en los últimos 15 años ha sido único. Las redes sociales cambiaron la forma en que la humanidad interactúa. Los móviles forman parte de nuestro núcleo de existencia y la última cosa que hacemos es usarlos para llamar a alguien. El gasto en el llamado 'marketing de influencers', que era inaudito hasta hace unos años, será una industria de 4 mil millones de dólares en 2022, y debería crecer exponencialmente en los años siguientes.
Se podría argumentar que la disrupción no es del todo positiva dado que detonó fenómenos como la adicción digital que vive la sociedad. Sin embargo, nadie puede negar el valor que las nuevas empresas (que casualmente están financiadas por millennials) generaron tras la crisis del mercado de 2008. La inversión en publicidad digital es una industria de 153 mil millones de dólares en Estados Unidos y 2.1 mil millones de dólares sólo en México, lo que la convierte en uno de los mercados e industrias de mayor crecimiento en América Latina y a nivel mundial.
Facebook, una empresa creada por el millennial Mark Zuckerberg, es el líder de las plataformas mediáticas. Los emprendedores y los unicornios (empresas que valen más de mil millones de dólares) son un sinónimo y una ambición para muchos de esa generación. Generar valor y crear disrupción parecen definir un patrón. El emprendimiento es el pan de cada día de una generación hambrienta la cual no acepta un "no" como respuesta y hace que las cosas sucedan. Y encima, tienen ingresos disponibles para gastar en línea.
En la próxima década vendrá otra revolución, impulsada por los millennials que serán cada vez más los que lideren corporaciones, funden más unicornios y muevan el mundo a donde ellos estarán los próximos 30 años. La era del emprendimiento comenzó a principios de la década de 2000 y ahora se está haciendo viral.
Kaio Philipe*
* Es experto en estrategias digitales de consumo y director de Operaciones de Falic Media.