Continúan los reacomodos legislativos y partidistas y le volvió a tocar al PRI con la renuncia del senador Néstor Camarillo Medina a su militancia y a su cargo de presidente del PRI en el estado de Puebla. Con esto, el tricolor pierde un voto muy importante y una vicepresidencia en la mesa directiva del senado, así lo confirmaron el presidente del senado Gerardo Fernández Noroña y el coordinador del Partido Verde Ecologista de México, Manuel Velasco, cuyo grupo reclama esa vicepresidencia para su partido.
La de Néstor Camarillo no fue cualquier renuncia, sino la de un dirigente estatal. Ningún partido ha informado si se sumará a sus filas a partir del siguiente periodo, sin embargo él adelantó que posteriormente daría un mensaje al respecto. Camarillo es el tercer senador que sale del grupo parlamentario del PRI; antes se fue Manlio Fabio Beltrones y después lo hizo Cynthia López Castro, quien se integró al partido Morena. ¿Sus motivos? Adivinen: diferencias con Alito Moreno.
Fernández Noroña, por su parte, deja su cargo como presidente del senado en medio de ataques de la reacción por la compra de una casa y por viajar en avión en clase ejecutiva.
En la Cámara de Senadores el reto para Morena es mantener la mayoría calificada, pues tiene un margen estrecho para impulsar sus cambios constitucionales y juicios políticos. Se acordó que quien sustituya a Noroña sea una mujer; bueno, se requiere alguien con capacidad política y compromiso con el proyecto.
La Cámara de Diputados también se prepara para el cambio de liderazgo de la mesa directiva para el periodo que se inicia el 1 de septiembre, actualmente la preside Sergio Carlos Gutiérrez Luna, del partido Morena. El cambio se deriva de una rotación anual que se realiza conforme a acuerdos políticos y sigue un orden entre los principales partidos. Este año el liderazgo pasará al Partido Acción Nacional, que asumirá el sitial para dirigir los trabajos legislativos durante el próximo periodo ordinario.
Lo preocupante para Morena es que parece avecinarse una tormenta ante las ambiciones de grupos internos que disputan sus espacios de poder y chocan con los proyectos de la cuarta trasformación. Esperemos que el partido sea consistente y su fortaleza política le permita superar esta problemática.
