Comentar el primer informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador parece un tema obligado por ser un asunto de interés nacional
Quizás hay que cambiar algunas cosas en los informes presidenciales, pues históricamente no es una rendición de cuentas, sino un documento político con una relatoría de hechos.
Un informe presidencial debería ser un documento que permita poder comprobar sus cifras, las aplicaciones de los recursos presupuestales y sus resultados en función del beneficio social o económico y, en su caso, sirva para poder fincar responsabilidades civiles o penales. Además debería ser delito mentir en este documento, pero solo se glosa y no requiere la aprobación del Congreso.
En realidad no hubo sorpresas, el presidente informa diariamente por las mañanas ante la prensa sobre los problemas del país, pero agradeció elogiosamente a los empresarios -en especial a don Carlos Slim- y con un estilo coloquial, sin tantas cifras ni enredos, expresó los resultados de la lucha contra la corrupción, la separación de la perversa asociación del poder público con el privado, las reformas legales y el reconocimiento de las dificultades que representa la lucha contra la violencia y los esfuerzos del gobierno contra la herencia neoliberal.
Y dijo dos frases lapidarias e inusitadas: que nada ha hecho tanto daño México como la corrupción de sus gobernantes, refiriéndose claramente a los ex presidentes y que el Estado Mexicano es el principal violador de los derechos humanos.
En cuanto al crecimiento económico es claro que no se ha podido cambiar aun la dependencia estructural del dinero de los migrantes, del crédito externo, de los capitales de portafolio y de los altos intereses bancarios y que modificar esta disposición estructural sin duda debe ser una prioridad económica para poder desafanarnos del modelo neoliberal, así como desmantelar el marco legal que lo prohíja.
En cuanto a la lucha contra la corrupción se ha avanzado como en el caso del robo de combustible a Pemex, pero los casos Odebrecht y la Estafa Maestra así como y las acciones legales contra expresidentes de la república, secretarios de estado y gobernadores, van demasiado lentos, politizando la procuración de justicia .
Sin embargo se reconoce la desaparición del boato, del exceso, del derroche, de la burocracia dorada , de vuelos privados, de hoteles de lujo, del caviar y la champaña; con cargo al presupuesto, así como del intermediarismo en programas sociales y compras de medicinas que provocaba enormes desviaciones de recursos.
Nos complacen las becas a los jóvenes para que estudien pues eso impulsa la movilidad social.
Sin embargo la oposición, critica severamente el informe y todo lo ven mal, parece que nada les embona , como si tuvieran alguna autoridad moral.