Te saludo en tu calidad de gobernador electo de Coahuila.
Lo hago en mi condición de periodista, que sé de ti desde que apareciste en la vitrina política y gubernamental del estado.
Te hago llegar un saludo respetuoso y esta carta que espero leas.
Primero, felicidades porque pasado mañana lunes 12 de junio cumplirás 39 años de vida.
Yo en diciembre hice 40 años de residencia ininterrumpida en Torreón, más un año previo (escolar) en 1972-1973. Mañana domingo recibirás, según se sabe, tu constancia como gobernador electo del estado.
Bien, más allá de tu arribo al cargo de mayor de nivel ejecutivo en Coahuila, lo importante es lo que viene, lo que harás a partir de ya hasta tu toma de protesta el viernes 1 de diciembre próximo, inicio de tu sexenio.
Como parte de la clase política que eres, y lo eres desde tus ancestros, supongo que no ignoras lo que la gente dice de las y los políticos, de los partidos que como el tuyo se ha encargado de ensuciar el quehacer gubernamental, de lo que en la calle, en las familias, en las oficinas, en los cafés, en algunas universidades, en las cámaras y organismos empresariales, en las iglesias, en las cantinas, en fin, entre la población pobre y la no pobre en dinero, hablan acerca tanto de lo que ven y creen que es gobierno, como de quienes se dedican a la política partidista.
No sé si tú directamente lees o te pasan tus colaboradores lo que escriben sobre ustedes los políticos y autoridades en algunos medios de comunicación lectoras y lectores.
Obvio, los hay a favor, pero más en contra. ¿Qué piensas de esto? ¿Te importa? ¿No te importa?
Sí, definitivamente ni Saltillo es Coahuila ni Coahuila es México. Y la Laguna, menos.
Aquí aprovecho para decirte que el movimiento pro de la creación del Estado de la Laguna se mantiene vivo.
La comarca exige un trato diferente y no inequitativo. Recuerda que al tratarse de un caso legal, de un planteamiento constitucional, el PRI está reducido. Ojo con este asunto.
Ya eres gobernador electo y en tus manos tienes una responsabilidad social, el compromiso político más grande y trascendente en tu vida ante toda la población del estado, sin excluir a nadie.
No gobernarás para priístas ni para panistas ni los poquísimos perredistas, no.
Como tampoco podrás ver solo por quienes te hablaron al oído, los aduladores que nunca faltan, los oportunistas y arribistas que te han rodeado y quizá se sientan con más derechos tras haberte apoyado –su interés personal por encima de un interés comunitario, lo firmo-.
Te invito a que tu visión sea global, inteligente. Con una idea amplia, plural, incluyente, sin visos de racismo ni discriminación. Coahuila es tierra de un vasto talento humano que merece ser escuchado, visto.
Espero que tu criterio político sea tuyo, propio, humanista, de avanzada, que te permita armar un equipo competente de trabajo (en todas las áreas, sin menosprecio por la cultura), de innovación, de revolución, decente, honesto y de reconocida calidad moral y buena reputación pública.
Coahuila puede y debe recuperar, en serio, ese camino democrático y transformador que los tiempos actuales reclaman.
¡Por favor no más amiguismo, no más cuatachismo, no más pago de favores chatos ni ciegos!
Sé que eres de pensamiento conservador, te he escuchado, y claro que estás en tu derecho creer y vivir así.
En lo personal y familiar. Porque en Coahuila vivimos más de 3 millones 150 mil habitantes, y obvio es que no todos vivimos ni pensamos como tú.
Como futuro Ejecutivo estatal que asumirás la delicada tarea de gobernarnos a todos, deseo que muestres el temple, la honestidad, la tolerancia, la sapiencia y la voluntad por cumplir a cabalidad con el juramento que harás al tomar protesta del puesto que desempeñarás.
Te reitero mi saludo respetuoso.
No nos conocemos y así está correcto. Tú eres político y yo un periodista que ama Coahuila y a su esforzada y heroica gente, esencialmente a la lagunera.
