Cuando me preguntan: ¿cómo ves 2021? Lo primero que me viene a la mente es que mejor que 2020, pero esto no es necesariamente bueno, porque el presente año ha sido malo y muy difícil.
Quizá una forma objetiva de explicar las dificultades y retos que traerá el próximo año sea partiendo de las expectativas que publicó el Banco de México en su más reciente encuesta.
PIB. El crecimiento para 2021 puede estar en un rango de 3.3 a 3.8%. Cuando vienes de una contracción de -9%, crecer a 3 o 4% no es muy bueno. Y lo quiero explicar de la siguiente forma: si en 2018 crecimos 2% y veníamos de un 2017 en el que se creció 2%, pensábamos que era mediocre, pero era sobre un producto interno bruto mayor. Una empresa que vende $100, si el siguiente año crece 2%, vende $102. Si esa empresa se contrae 9% vende $91 y al siguiente año crece a 4%, venderá $93.6, muy por debajo de los $102. Explicado así, 2021 será de $93.6 contra un 2018 de $102, o sea, muy lejano. Pensemos que crecemos a ese ritmo, tomará hasta 2023 regresar a los niveles que estábamos en 2018.
Inflación. Aquí la noticia es positiva tanto para 2020 como la expectativa de 2021. En 2020 podemos terminar con 3.6% y la expectativa para el próximo año es de 3.5%. Son cifras ligeramente arriba de una meta de 3%, pero no son preocupantes. El tema importante aquí es que un ahorrador no gana tasas reales positivas, es decir, en cetes no le ganas ni a la inflación.
Tasa de referencia. El Banco de México tiene hoy la tasa en 4.25%. Queda una reunión este año, el día 17 del presente mes. La mayoría pensamos que ya no se moverá la tasa y cerrará en este nivel 2020. Para 2021, sin precisar en qué momento, la tasa se bajará solo una sola vez, para ubicarse en 4%. Esta es una buena noticia para la economía, relajar más la política monetaria y abaratar el costo del dinero para quienes tienen créditos, sobretodo el sector productivo de la economía; sin embargo, será mejor que bajara más. Para los ahorradores no es una buena noticia, porque los réditos o rendimientos se reducen aún más.
Tipo de Cambio. Aquí es sin duda donde más sorprendidos estamos todos, porque es la variable que más se ha movido, y en un sentido que no lo esperábamos. Insisto, es más una debilidad del dólar contra todas las divisas que una fortaleza del peso mexicano. La expectativa de cierre según esta encuesta para 2020 es de $20.50, que hoy me parece alta, y yo lo ubicaría más cercano a $20; para el cierre de 2021 el pronóstico es de $21.20. De darse estas cifras, quiere decir que solo por revaluación del dólar en un año se puede ganar 6%.
En términos de la economía real y respondiendo a como pinta 2021, creo que será un año menos malo que este, pero aún muy difícil. Debemos cuidar nuestra fuente de ingreso, priorizar y ser prudentes. El surgimiento de una vacuna y la posibilidad de que cada vez más sectores de la economía regresen a un mejor ritmo me hace suponer que la mejora es inminente.
Un par de buenas noticias para México provienen de las agencias calificadoras Fitch y Standard & Poors, que ratifican su calificación a nuestro país y que alejan, por el momento, el fantasma de la degradación y con ello perder el grado de inversión. El mérito de esta noticia radica en la prudente administración de los recursos públicos que es conocida como responsabilidad o disciplina fiscal; sin embargo, es muy vulnerable porque cada año es más complicado mantenerla bajo la actual estructura fiscal y con la ausencia de crecimiento y desarrollo.
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