Están listos los tanques, misiles y rifles, los transportadores están por llegar a las costas de Normandía, pero los soldados no están listos… Estamos en la parte del túnel donde vemos claramente la salida y lo que hay del otro lado, pero el brillo de la luz no nos permite ver qué hay entre nosotros y el final.
Feliz aniversario de pandemia. Hace precisamente un año empezaron las medidas de cuarentena para mitigar los daños del covid-19.
El virus jamás iba a ganar la guerra contra la humanidad, medidas de prevención o no y vacunas o no, los humanos inevitablemente alcanzaremos inmunidad colectiva, pero millones de vidas estaban y siguen estando en juego.
Las medidas de prevención se han vuelto un teatro. Probablemente siempre lo fueron.
Entramos a lugares con mascarilla, solo para quitárnosla estando adentro; nos echamos agua con alcohol en cada parada cuando sabemos que el virus se transmite por aire y no por contacto; y un sinfín de otros gestos para mostrar respeto, pero no realmente cuidado. A estas alturas, lo que va a salvar más vidas es la premura en inmunizarnos, si en algún momento lo fueron, ciertamente las medidas de prevención ya no son sostenibles.
Habremos ganado la guerra cuando entre el 60 y el 80 por ciento de la población esté inmunizada, ya sea por contagio o vacunación. No es mi intención educar sobre las vacunas, pero si queremos dar ese paso afuera del túnel, necesitamos vacunarnos todos.
Quizás el argumento suene vacío por el momento, ya que lo único que sabemos de las vacunas en México es que faltan muchos meses para que estén disponibles ampliamente, pero deberíamos ir entrenando a esos soldados.
Hay mucho que aprender de los procesos de vacunación en el Reino Unido y Estados Unidos. Por ejemplo, aún con las dosis en mano, lo más complicado es la distribución, sobre todo de las vacunas que tienen que ser conservadas a temperaturas mínimas.
También podemos prever que en el Reino Unido ha sido más eficaz el proceso porque la población está convencida de vacunarse y Estados Unidos espera toparse con una renuencia de 30 a 40 por ciento de sus habitantes. Quizás sea suficiente para detener la pandemia, pero tomará más tiempo, más vidas…
Vacúnate, salva vidas. Cuando uno se vacuna no solo lo hace para proteger su salud, al frenar el contagio, se mata al virus en la población. Vacúnate, salva vidas. Claro, excepto los mexicanos jóvenes y saludables que están cruzando la frontera para ser vacunados, déjenme decirles a ustedes lo que nadie más: son unos ladrones, malas personas.
No solo le están robando vidas a quienes pagaron esas vacunas y toda la investigación para desarrollarlas cuando sus propias vidas no están en peligro, además están perjudicando a todos los mexicanos al fomentar esa idea de que somos unos tramposos y solo abusamos de las prestaciones en el extranjero. Gracias.