Tomás Boy empezó regalándole el triunfo al Santos al no incluir a Peralta en la alineación inicial. Ahí comenzó la victoria porque el recién llegado al chiverío debió haber estado en el campo.
No importa la edad ni otro tipo de conceptos. Al minuto 10, proveniente de balón parado, Lozano el ya conocido (porque había otro Lozano) la estrelló en el poste dando un aviso de lo que pensaba hacer al 39 cuando anotó el primer gol del juego.
Todo fue soberbio, acompañado de cierta complicidad del portero.
La pelota parada volvió a sonreírle a Santos casi desde el descanso porque al 47 llegó el segundo.
Si de suyo, Boy arruinó a su equipo, a partir de ese momento, ya ni las manos pudo meter. Ingresó Peralta (con grandes aplausos en el teatro de la vida) pero sacando al contención Molina; ¿O sea, de qué se trataba? Lo demás fue regocijo lagunero.
Furch recreando el futbol con simpático gol, Castillo haciendo un jugadón que debió haber sido el cuarto, Orozco con atajadón, evita gol de la visita. Todo apto para ir pensando (falta mucho) en el que va a pagar la carne asada.
Además (con respeto a las 17 fechas que restan) Santos es hoy el líder general. ¡Vaya sorpresa! Por eso, el título de este escrito, es: “Medio kilo de tortillas”.
Ya adquirí algo de tortillas para irme disponiendo a pagar el famoso asado.
Es el primer acto de las múltiples cosas que se necesitarán comprar pero también será necesario reordenar ideas porque Rivas no es mejor que “el Gallito” y Gorriarán tampoco es mejor que Diego Valdés. Seamos sinceros desde ahorita. No por haber ganado y de manera holgada, se dejará de hacer la autocrítica.
Tengo dudas si vale la pena comentar algo del Guadalajara, porque Brizuela y Pulido son dos actores favoritos de algunos comentaristas de televisión.
Nada significativo aportan al equipo, y sin embargo fueron titulares. Gudiño ausente pero presente en la banca y en el gol uno verde. Así no se puede sacar agua a las piedras. ¿Moraleja? Santos, al volver a recibir a Ciudad Juárez en la fecha 2, se deberá consolidar un poco. Después vendrá la refriega más en serio.
Por lo pronto, hay que hacer hambre.