Con sus nuevos logros y cambios en la dirección técnica, los Tigres son otros, diferentes, más concentrados en lo suyo aunque les “agrade” sufrir un poco como fue en su compromiso de la competencia de nuestra zona geográfica.
Dando tumbos normales o provocados, con Cocca o “Chima” Ruiz y ahora con jugador entrenador, estos Tigres están dispuestos a todo contra su viento y marea.
Se les palpa más comprometidos, más responsables, solidarios en el campo y excitados para recibir y superar a Santos. Es su oportunidad.
Se desconocen las relaciones internas del equipo pero bajo parámetros normales se debe suponer que sus intenciones son de enorme solidaridad y compromiso.
Digan lo que digan los demás. Se están alistando para superar los posibles escollos que los rivales les ofrezcan.
Santos es el más próximo oponente y bajo tendencias normales se puede apreciar que existen suficientes motivos para verle a ambos un interés diferente.
Uno (los verdes) porque se tomaron la molestia de vencer al puntero. El otro (los amarillos) porque han reafirmado su paso a pesar de que les gusta sufrir de más.
Sin haber cambiado de nombre ni de costumbres, los Tigres lucen aptos para pelear contra el que se ponga enfrente.
Pizarro en su calidad de nueva cabeza podrá y sabrá solicitar a sus ex compañeros lo que él debe saber desde los secretos íntimos. No hay motivos para permitirse engaños.
Se conocen a fondo y es ahí donde los escondites no tendrán cabida.
Los resultados a futuro cercano están en lo incierto, obvio. Pero su presente le ayuda a resolver con mayor confianza lo adverso que se les pueda presentar.
Es el llamado no oficial para que Santos también cobre conciencia propia sin engañarse a sí mismo.
Ir a Tigres siempre es incómodo para todos; cualquiera sufre ahí, lo sabemos. Santos no será la excepción.