En el circuito internacional del rock la banda inglesa (de Oxford) ha ido escalando peldaños hasta instalarse como cabeza de cartel de los festivales más influyentes, lo que conlleva responsabilidad y un reto constante. Alrededor de ellos están los objetivos más altos, que incluyen ser una versión siglo XXI del rock de estadio -¡Menudo compromiso!
Planearon a detalle todo lo relativo a su quinto álbum de estudio, Everything Not Saved Will Be Lost - Part 1, que se muestra como un anticipo de lo que a la postre será un disco doble –algo ya muy poco frecuente en estos días-. Pero el arte es caprichoso y renuente; a veces se muestra y a veces no. Hay que decir que algo les faltó a las canciones para ser contundentes del todo; el disco dividió opiniones y no arrasó como se esperaba, fue entonces que tomaron la decisión de recurrir a un nutrido grupo de Dj´s para que remezclara los temas y, ¡sopresa!, emergieron revitalizados y transformados.
La combinación entre electrónica e indie rock maximizó los elementos existentes y piezas como “Sunday” e “In degrees” ahora lucen con todo el esplendor que deberían. Y es que en el conjunto encargado de las nuevas versiones destacan los nombres de Metronomy, Purple Disco Machine, Tensnake y Alex Metric, hasta completar la decena de remixes.
Mientras esperamos que llegué la segunda parte del proyecto original, cruzamos los dedos para que las canciones sean mejores por sí solas y no requieran de que les den este tratamiento que va del sonido balear a pasajes más propios para el dancefloor. Es posible en este disco de remixes escuchar como una banda se reinventa a través del tratamiento sonoro de otros exponentes. Quizá esta experiencia les sirva para definir el tipo de música que entregaran en apenas unos días.