Primero fueron las tijeras y el cutter… luego vino un arsenal de herramientas digitales. Diseñadores y artistas han revolucionado su día a día y tras ser seducidos por el entorno digital, muchos están volviendo a lo manual y artesanal. Todos copiamos, muestreamos, sampleamos indiscriminadamente. Estamos en la Era del Homo Sampler y lo disfrutamos.
Estas ideas daban vuelta en la mente del diseñador Marco Antonio Patiño, el eje sobre el que se mueve la atípica revista COMBO. Platicamos con él para abundar sobreun concepto que remite también al alimento más emblemático de la capital hidalguense y que le sirvió para crear una exposición que puede visitarse hasta el 20 de Octubre en la pequeña Galería de la planta baja del Reloj de Pachuca.
Copy Paste es un curioso juego lingüístico que tanto remite al día a día del diseñador como al típico alimento pachuqueño. ¿Qué tanto crees que se ha comprendido? A veces hay bromas que tienen un público muy específico.
Tal vez es un chiste demasiado local e incluso personal, pero es una frase que se convirtió en el motor generarador de todo el concepto del nuevo número de COMBO y de la exposición. Conservo un afecto particular por la copiadora fotostática. Es una herramienta que permanece vigente a pesar de los notables avances tecnológicos. Además su uso fue clave en la aparición de las revistas independientes y en el movimiento Punk en los años setenta y que derivó a la filosofía D.I.Y (Házlo tu mismo) que en nuestro tiempo ha resurgido con fuerza. COMBO retoma esa manera de hacer las cosas. Creo que el chiste lingüistico de Copy Paste se disfruta cuando se descubre. Es un poco como la imagen de la flecha presente en el logotipo de FedEx, que pocos distinguen, pero cuando se ve, nunca se olvida.
¿De qué manera integraron la obra de un diseñador veterano como Mongo en este número de COMBO?
En todos los números hemos dedicado un espacio para entrevistar a diseñadores. Para el tema de Copy Paste, la opción natural era Mongo, porque en los volantes y posters que diseñó para el legendario Bar El 9, en la década de los ochenta, utilizó imágenes que tomaba de varios lados y que recortaba, pegaba y fotocopiaba. Vimos que existía muy poca información de su labor como diseñador y decidimos contactarlo. Nos recibió en su estudio y pudimos apreciar la vasta e interesante colección de material que produjo. Es un estilo que representa el momento, donde comenzaba a existir una apertura para la pluralidad musical y donde todavía se hacía diseño sin computadora. Mongo diseñó los primeros volantes y póster para grupos como Café Tacuba, Maldita Vecindad y los hijos del Quinto Patio y de las Insólitas Imágenes de Aurora, entre muchos otros. Su técnica se apoyaba además de las fotocopias, del uso de la tinta china y el corrector, como sucedía antes del uso y boom de la Mac. Además también es importante reconocerlo como parte del equipo que hizo las legendarias revistas alternativas La Regla Rota y La Pus Moderna.
¿Qué fue lo que Mongo comentó tras ver la revista y la exposición?
Le atrajo la idea de que un nuevo público conociera su trabajo. Platicamos sobre la manera en que llegaron los primeros volantes de Mongo a Pachuca: Uno que anunciaba una tocada de Maldita Vecindad a partir de una imagen de Pedro Infante, y que aquí en Pachuca se recortó para anunciar una tocada legendaria de Los Simples Mortales. Creo que el objetivo mediante la entrevista, se puedan reconocer a creadores menos conocidos, se cumple en gran medida. En una segunda visita a su estudio descubrimos con gusto que Mongo preparaba una próxima exposición con obra conformada por escultura y pintura con un estilo que me parece fascinante, en el que predominan gamas de escala de grises. Paralelamente sigue su actual carrera como escenógrafo de grupos musicales y como diseñador de muebles.
¿Cómo fue que conformaron el montaje de la exposición? ¿Qué tan fácil les fue pasar del papel a lo tridimensional?
Fue relativamente sencillo, tal vez porque seguimos la metodología que usamos para diseñar la revista: dejar que el azar jugara un papel fundamental. Originalmente la invitación de MUVIPA era para hacer una retrospectiva de COMBO, pero en algún punto apareció la posibilidad de la exposición fuera el pretexto ideal para hacer el nuevo número. Entonces el reto fue hacer una revista-exposición, donde textos e imágenes dialogaran entre sí desde el papel y también desde los muros. Fuimos definiendo y montando conforme se iban resolviendo las cosas. Jeremy Leslie define en su libro “Nuevo diseño de revistas” que una revista lo es cuando su editor así decide nombrarla. Por eso han existido revistas en formato de videocasete o impresas en rollos de papel de baño. Con esta idea bajo el brazo, pienso que una revista también puede ser una exposición y que el usuario-lector en lugar de cambiar de página, camina un poco o baja la escalera para cambiar de página-obra.
¿Cuéntanos un poco de los nuevos colaboradores que llegaron para este número?
Tal vez porque nos tardamos mucho para sacar el nuevo número, recibimos pocas colaboraciones. Mucha gente daba a COMBO por muerto. Entonces hay pocos nuevos colaboradores. Para la imagen del poster elegímos la imagen de Samuel Segura, un ilustrador poblano que colabora por primera vez con nosotros y cuya imagen es collage digital que pensamos que evoca muy bien la idea sobre Copy Paste. Otra nueva colaboración fue de la diseñadora hidalguense Sarai DiazGirón quien se involucró con el proyecto desde la parte editorial hasta la parte del montaje. Su aporte fue muy importante e incluyó un collage hecho a la vieja usanza, el estilo de los anónimos donde se van generando las palabras a partir de recortes de letras. El texto es un poema que recoge varias frases de canciones famosas. Es la única obra que decidimos enmarcar para la exposición. En los muros de la exposición también aparece el texto del escritor pachuqueño Daniel Fragoso, que está formado por textos de otros autores locales como Yuri Herrera o Diego José. En la revista se incluye también un poema traducido por el joven escritor pachuqueño Martin Rangel que aquí aprecia a la traducción como otra manera de copiar.
¿Cómo encuentras la escena cultural joven de Pachuca en este momento y con relación al momento en que apareció Combo?
Surgió por la inquietud del equipo que se quejaba porque en Pachuca “no pasaba nada”. Creo que muchos jóvenes tienen la misma queja, pero muy pocos son los que resuelven el problema. Históricamente los medios tradicionales se han encargado con éxito de presentar a la cultura como algo aburrido y hasta inútil. La esperanza está en el creciente poder de las redes sociales y de que los jóvenes inquietos por la creación no se rindan tan fácilmente. También está el escabroso tema de la cultura y el negocio. Creo que los actores culturales ven con cierta desconfianza la parte del dinero y los recursos que les permiten seguir creando. Y los empresarios o inversionistas ven muy lejana la oportunidad de hacer dinero apoyando o incluyendo en su idea de negocio la posibilidad de incluir a la cultura. Existen ejemplos de proyectos culturales que se convierten ademas en buenos negocios. Una cosa no está peleada con la otra.