Ya vino el Sr. Pompeo, secretario de Estado de don Donaldo a ver si pasábamos el examen en materia migratoria en la primera vuelta y parece que dijo que, aunque las cosas van bien, no fue lo suficiente para acreditar y nos mandó a una segunda vuelta por otros 45 días, a ver si para entonces ellos creen que ya nos dan la nota aprobatoria.
No olvidar que esto tiene su origen en las caravanas migratorias originadas en un principio en Centroamérica y con la mira de llegar al norte, las cuales México no solo no reguló ni controló, sino que además las incentivó y después ya fuera de control, tuvo que venir el señor Trump a decirnos que le paráramos al asuntito si no queríamos ser sujetos de castigos arancelarios sobre los productos mexicanos que se importaran al mercado de los Estados Unidos. Fue entonces cuando AMLO nombró como su ministro plenipotenciario a don Marcelo, quien abordó tanto el tema migratorio que es un asunto de Gobernación, como el tema comercial, que hasta donde entiendo es facultad de Economía y ambas titulares quedaron fuera de esta negociación.
Así, México selló la frontera sur recorriendo el muro de Trump del Bravo hasta el Usumacinta mediante un despliegue nunca antes visto con más de 6 mil elementos de la Guardia Nacional más Policía Federal y Agentes de Migración.
Esto ha servido para contener las ganas de Trump de castigarnos con la imposición de aranceles, pero no elimina la amenaza que seguirá latente hasta que Estados Unidos quiera. Por lo pronto en el tintero está el tema del aguacate y del tomate, más el atún que entra y sale y desde luego el T-MEC que está a la espera.
Las campañas están en fase de calentamiento y los demócratas aún no encuentran la fórmula para detener a don Donaldo que quiere un segundo periodo. _