Código postal.
Fundado en la capital española hace 120 años, el Real Madrid, un club muy castellano, salió al campo de juego con un belga, un uruguayo, un austriaco, un croata, dos brasileños, dos alemanes y tres franceses: por primera vez en su historia, no alineó un solo jugador nacido en España en su cuadro titular. Hace mucho que el Real Madrid dejó de ser un equipo español para convertirse en un equipo universal. Con más millones de aficionados, televidentes, licencias y patrocinadores fuera de su ciudad natal, su país original y su límite continental, lo extraño de todo esto no es que haya alineado con once extranjeros, sino que a once de sus futbolistas les sigan llamando así. En estas épocas, la pregunta no es dónde nacieron sus jugadores, sino dónde vive el Real Madrid.
Árbol que crece torcido.
Como una organización rebelde, una guerrilla mediática, un intento por romper el orden establecido, un experimento digital o una revolución anticipada, nació la Kings League: un campeonato que en lugar de jugar al futbol, juega con el futbol. Desarrollada por el productor de contenidos Ibai Llanos y el empresario Gerard Piqué con un formato ligero, un reglamento definido por aficionados y una identidad innovadora, esta divertida Liga de 12 equipos donde no existe el empate, alinean jugadores enmascarados, y pueden elegirse armas secretas durante el juego, acumuló en su primeras jornadas más audiencia en línea que varios partidos de la rama española de primera división. Al viejo futbol, de profundo arraigo institucional, empiezan a crecerle ramificaciones independientes.
App.
En el futbol mexicano de los ochentas se jugaban muchos partidos en los mismos horarios de una Liga que cabía dentro de tres o cuatro canales abiertos de televisión a los que sostenía el mercado de la publicidad distribuyéndolo de manera gratuita; cuando el tamaño del Estadio Azteca cupo por el diámetro de la fibra óptica, similar al último pelo de un calvo, nuestro futbol empezó a encontrar múltiples salidas de mercado distribuyéndose ahora mediante sistemas de pago por suscripción. Aunque en México tardó más tiempo de lo normal, el futbol mundial ya se había vuelto una aplicación.
José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo,