Deportes

Esta historia continuará

Un niño de Minas Gerais sube al autobús en la estación de Tres Coraçoes con una bolsa en las manos, zapatos viejos, camisa a rayas y una lágrima escurriendo por las mejillas. Acaba de ser vendido en Sao Paulo por Valdemar Brito, un visor playero que cobra su peso en oro entregándolo al Santos de Brasil que lo sube a la báscula: era una copia del hambre, el pellejo calcaba sus costillas, le llamaban Pelé.

Con 15 años debuta en Primera División, la gente se asusta cuando descubre que un monstruo vive bajo la piel morena de un frágil y pequeño futbolista. Un año después, es convocado a la selección brasileña que jugará la Copa Roca en Maracaná: Argentina y Brasil enfrentan su clásico match-ball anual, Pelé marca el gol del triunfo al equipo de aquellos gauchos, Maschio y Sivori; y al año siguiente, juega el Mundial de Suecia en 1958, donde Pelé nace por segunda vez, en esta ocasión, alumbrando al mundo.

Sin transmisión en vivo, ni televisión a color la Final del campeonato viaja en barco. Encerrada en cintas de 8mm y rollos fotográficos, las imágenes del partido dan dos vueltas a la tierra llegando a todos los despachos de prensa que, alarmados, imprimen la delgadita estampa de un jovencito que había acobardado vikingos y sometido Escandinavia. Brasil gana su primer Mundial levantando en hombros al más pequeño de sus hijos: un niño que escapa de la miseria para volverse el Rey.

La historia de Pelé se vuelve un patrón de búsqueda, a partir de ese momento el futbol recorre favelas, playas, barracas, potreros, barrios y praderas, intentando encontrar al sustituto. La teoría de Pelé se comprueba años después, cuando un niño argentino que maneja la pelota como nadie había visto entre el lodo y los charcos, aparece en televisión con voz suavecita y entrecortada: “Mi primer sueño es jugar en el Mundial y el segundo salir campeón con Argentina…”; es el famoso sueño del pibe, que desencadena el éxodo más grande en la historia del deporte, obligando a miles de jugadores a buscarse la vida en equipos europeos.

Y así llegamos a Messi, otro niño descubierto por cazatalentos que fue cobijado, arropado, alimentado y criado en Barcelona hasta convertirse en campeón mundial.

José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo

Google news logo
Síguenos en
José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo
  • José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo
  • [email protected]
  • Columnista en La Afición desde 2008. Lic. en Administración. MBA en Comunicación. Máster en Publicidad. Periodista, comunicólogo y gestor especializado en medios con más de 20 años de experiencia en puestos directivos en empresas como CNN, Canal+ y Movistar+; ha participado en proyectos de posicionamiento de estrategias de Marketing Deportivo.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.