Benzema marcó 63 goles, puso 21 pases de gol, fue Campeón de la Nations League, de la Champions League, de La Liga, de la Supercopa española, de la europea y del Mundial de Clubes; además fue el máximo anotador de la Champions, se llevó el trofeo Pichichi, el Di Stéfano, el MVP europeo y el Balón de Oro antes del Mundial.
Pocos jugadores han ganado tanto en tan poco tiempo, su colección 2022 está a la altura de Messi y Cristiano, pero no le alcanzó para ganar el premio The Best: el reconocimiento oficialista para el futbolista del año. Votado por capitanes y entrenadores de selección nacionales, un periodista por cada país miembro del organismo y un porcentaje de representación de aficionados a través de una plataforma online, el premio fue para Messi, campeón Mundial, y no para Benzema, insuperable campeón europeo.
La diferencia de criterio entre el prestigioso Balón de Oro y el novedoso trofeo The Best está en la manera de ver este deporte: una cosa es cómo ven el futbol los hombres que juegan al futbol y otra es cómo ven el futbol los hombres que juzgan el futbol.
En ambos bandos hay radicales: quienes creen saberlo todo por jugar profesionalmente o quienes creen tener la razón por hacer una profesión con el desarrollo del juego y el jugador.
Opiniones al margen, lo que dio prestigio a la elección del mejor jugador del mundo organizada hace más de medio siglo por la redacción de la revista France Football, fue la votación de una prensa parcial, documentada, experimentada y especializada.
¿Cuánto puede variar la elección de jugadores y entrenadores contra la elección de periodistas? No mucho, se trata de futbol, no hay más que verlo. Pero puede establecerse que 173 profesionales de la comunicación deportiva en el mismo número de países que forman el comité que elige el Balón de Oro, son una muestra más apegada a la opinión del aficionado con voz, pero sin voto.
José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo