Gabriel Iván Robles Ortega, destacado músico y contrabajista de la Camerata de Coahuila, a través de años de esfuerzo logró consolidar en 2010 la primer escuela de educación musical formal en la Laguna: La Escuela Municipal de Música Silvestre Revueltas en Gómez Palacio.
La Revueltas, como sus jóvenes estudiantes le llaman de cariño y con un gran sentido de pertenencia, de un local prestadopasó a las instalaciones del “Centro de Convenciones Francisco Zarco”, para establecerse luego en una casa vieja del barrio de las “Banquetas Altas”. La escuela produjo ensambles de música antigua, una Orquesta de Cámara y otra de música popular, un Trío de Jazz y un gran coro; de igual forma, generó conciertos, presentaciones en espacios públicos, conferencias, master class, ciclos de cine, etcétera.
En todas esas actividades participaron cientos de alumnos laguneros que pasaron por la Revueltas y que encontraron el lugar y la dirección adecuada para desarrollar su talento. A la fecha, más de 30 egresados de la Revueltas se encuentran estudiando Música en Universidades y Conservatorios del país y dos exalumnas estudian actualmente en Francia y España. En pocos años, el coro de la Revueltas ganó reconocimiento y participó en Óperas y Conciertos Corales, apoyando programas de la Camerata de Coahuila,las Sinfónicas de la UJED y la UANL.
La labor de Gabriel Robles y sus maestros goza del reconocimiento nacional y dotaba a Gómez Palacio y a la Comarca de ese prestigio y de una historia de éxito. Escribo en pretérito porque, recientemente, el director de cultura del municipio, Amando Fuentes Garay, ha anunciado “algunos cambios en la operatividad de la escuela de música Silvestre Revueltas tras la salida de Gabriel Robles como director”.
Para todos lo que conocemos del asunto, es claro que el proyecto, que ya era un éxito, ha sido condenado a muerte ante la ceguera de quienes no entienden de cultura. La excusa es que se descubrió “de repente, que las cuotas estaban muy elevadas”. Al cerrar el primer semestre de 2018, la Revueltas tenía 18 maestros y más de 100 alumnos, ante un raquítico apoyo del municipio.
Conociendo su vocación, su espíritu de servicio y el amor de Gabriel por el arte, sabemos que no se rendirá, su espíritu inquieto generará otros proyectos;su labor incansable por la cultura y su integridad es reconocida por la comunidad cultural de la Comarca y de otras partes del país.Ante la ceguera cultural, su salida de la Revueltas deja huérfana a la pobre oferta cultural oficial en Gómez Palacio. Sin duda, merecemos mejores autoridades.
