Estamos en una época en la que normalmente despotricamos de nuestro país. No se hizo nada al ver la destrucción del Poder Judicial y de los Órganos Autónomos como el INAI. A una gran mayoría de los mexicanos no les importan estos temas o ni siquiera conocen lo que son esas instituciones. Somos ajenos a las tragedias como la de Sinaloa, Guanajuato, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, etcétera, o a las muertes por violencia de género. ¿Es que de verdad somos tan insensibles, ante la realidad del país, o de nuestros hermanos mexicanos? Somos esa clase de sociedad en la que mantenemos nuestro hogar, pero aventamos el colchón a la calle o el sofá, porque lo que no es propio y personal es enemigo y ajeno. (Rosa Montero)
Viendo una entrevista en una plataforma, escuchaba que el entrevistador quería saber de su entrevistado porque los mexicanos no somos exitosos en los deportes. Por el fatalismo de soy primero yo, después yo y al final yo. Veo para mí y para mi bien. Los directivos del deporte ven para ellos y los deportistas ven como le hacen para que ellos sean competitivos. En eso nos han convertido, ¿Quiénes, se preguntarán?, las diatribas de los políticos o de los gobernantes. Eso es lo que hay que reconstruir en este país, dejar de ser personalísimos, egoístas, orgullosos y construir por el bien común.
Decían unos amigos extranjeros en una reunión, “los mexicanos son tan serviciales y amigables”. Lo anterior dio origen a una conversación al respecto. ¿Para quién somos amigables y serviciales? Cuando se trata de quedar bien, pero no con tu hermano mexicano, sino con el extranjero, tratando de demostrar que somos civilizados y nos volteamos y pateamos al de al lado.
¿Qué hicieron con nosotros en la pandemia nuestros gobernantes? Nos vacunaron cuando quisieron, se burlaron de nosotros, de nuestras creencias y ¿qué hicimos? Los que pudimos nos vacunamos en otros países, algunos gobernantes se vieron beneficiados de las vacunas que les enviaron del extranjero, y así murieron más de 700,000 mexicanos (Animal Político). ¿Que hicimos con los que dirigían el sector salud?, ¡nada! Somos una sociedad pasiva, que sólo ve por el beneficio propio. ¿Está mal ser egoísta?, o ante un gobierno que destruye y ante unos políticos que no hacen su trabajo como oposición, debemos los ciudadanos, reconstruirnos y volvernos una sociedad activa.
Nos han convertido en esto, en seres tramposos y listillos, en donde jamás respetamos ni una fila, todos se burlan de las regulaciones públicas, se intenta engañar al vecino en beneficio propio, nos robamos la luz, el internet. Aceptamos que la vorágine de los inmigrantes que roban y nos hacemos cómplices, porque tampoco somos capaces de denunciar, porque los gobernantes no hacen nada.
¿En qué momento nos convertimos en esto? Ha sido tan gradual que no nos hemos dado cuenta. Una disculpa, pero no somos serviciales ni amigables, somos irrespetuosos y egoístas. ¿Quién y cómo se educa en un país? Los gobiernos hacen una parte y la sociedad la otra. Ojalá tengamos el orgullo de reconstruirnos y no dejemos que nos continúen dividiendo y generando envidias, porque como dice el dicho, divide y vencerás.