El juego del equipo Santos Laguna en el partido con Morelia dictó la misma norma que hemos visto en la mayor parte del torneo Apertura 2019: la ofensiva genera pero la defensiva otorga ventajas que el rival aprovecha.
Si el equipo tuviera más equilibrio entre sus líneas, probablemente seguiría como líder de la competencia, pero cuando la ofensiva deja pasar y no puede sostener márgenes de diferencia superior a dos goles en el marcador, entonces el resultado tiende a ser empate o derrota, sobre todo como visitante.
Del tridente ofensivo que generó la presión alta e hizo invencible a Santos en el arranque del torneo su situación en Morelia fue la siguiente:
Adrián Lozano en la banca, en mi opinión injustamente sobre todo después de ver los desempeños en los últimos cuatro partidos de Eryc Castillo; Brian Lozano ha bajado su nivel de juego y eso se nota cuando cobra los tiros libres y los envía a la fila 10 de la tribuna detrás de la portería; y Furch quien tuvo una noche infortunada fallando una opción clara de anotar al minuto tres, no le validan un golazo en remate con la cabeza de espalda al marco y falla un penal que pudo dar otro rumbo el juego.
Afortunadamente, en la baja de juego del uruguayo Lozano apareció Valdés para hecharse el equipo al hombro en los últimos tres juegos, pero es evidente que sólo tener a Furch como aliado en ofensiva con poca participación de Brian y Eryc no alcanzó en Morelia para ganar el juego.
Las concesiones defensivas de Santos en la media de contención son cada vez más claras. Rivas, quien tiene fascinado a Almada desde que llegó a Santos, no cumplió su labor primordial: contener.
En la primera anotación de Monarcas, Rivas perdió dos veces la disputa del balón aéreo para después ser superado a velocidad por Rodrigo Millar, quien en un recorrido de 30 metros dejó atrás a Rivas y provocó que el medio de contención lagunero tratara de taclearlo por la espalda, cosa que no consiguió, cuando se vio superado en el sprint.
El partido en Morelia fue entretenido a pesar de las condiciones del campo, con charcos en el primer tiempo por la intensa lluvia. Eso no evitó que se vieran llegadas en ambas porterías.
Y los santistas tuvieron un héroe inesperado en Hugo Rodríguez para marcar en gol del empate, merecido, en un remate con la cabeza, tras cobro de tiro de esquina.
La semana que empezamos está muy interesante, enfrentar a Querétaro y América, los últimos dos equipos que le quedan a los Guerreros.