La negociación entre un barrio que quiere defender su calidad urbana y un gobierno municipal siempre lleno de entenderes, además, en un contexto metropolitano de cambio vertiginoso, nunca será sencilla ni exenta de escollos. Por ello, es de reconocer que Pablo Lemus, anterior alcalde de Zapopan, se diera tiempo de escuchar y atender a la pequeña Colonia El Capullo, la situada atrás de la Estación Zapopan de la Línea 3, y, sobre todo, que encontrara la manera de apoyarla.
Cumplió su promesa de, cito sus palabras textuales, “blindar a la colonia del impacto de la L3”, y, yo agregaría, de la compleja dinámica urbana que esta obra desencadenó en la zona. Restringiendo el tráfico externo en la colonia, en particular, el nocivo tráfico de paso, y canalizándolo por las avenidas perimetrales, El Capullo recuperó la paz y tranquilidad de siempre. Recobró su medio ambiente sano, derecho constitucional de todos los ciudadanos de este país. De paso, mejorando también su seguridad, tras cinco años de ser tierra de nadie. Que la siguiente administración haya hecho cambios al plan original, es otra historia.
Hablo de mi barrio, pero también del derecho de todas las colonias y barrios de la ciudad a ser apoyados en sus legítimas aspiraciones a una vida correcta y sana para sus moradores. De otra manera, Guadalajara terminará convertida en una urbe fragmentaria de cotos amurallados con guardias armados en cada puerta.
Porque he sido crítico con diversos gobiernos, espero siempre en plan propositivo, y pretendo seguirlo siendo, también reconozco los aciertos y a los gobernantes que cumplen sus compromisos. Como vecinos, seguiremos trabajando con las administraciones zapopanas para que se mantengan los acuerdos concertados con la administración mencionada, conservando las mejoras que, con trabajo y esfuerzo conjunto, logramos en aquel momento ciudadanos y funcionarios.
Que los temas viales y urbanos que surjan en nuestra ciudad se resuelvan en forma consensuada para alcanzar las mejores soluciones en beneficio de todos; con buena voluntad siempre será posible. Y, que se dé atención a todos los barrios y colonias que lo necesiten, para que sigan siendo los hábitats sanos, seguros y atractivos de siempre.
