También hay torres atractivas en Guadalajara y sus áreas céntricas, las ha habido desde mediados del siglo XX. Algunas son patrimoniales y caracterizan, en buena medida, las zonas donde se emplazan.
Ojalá que las construidas recientemente hayan cumplido todas las normativas, y sean positivas para las colonias y barrios donde se asientan. Que contribuyan a que estos hábitats se renueven, permitiendo a más familias y personas vivir en zonas céntricas, bien ubicadas y con todos los servicios. Zonas que cuenten con las infraestructuras necesarias para sustentarlos nuevos edificios, requisito indispensable.
En la esquina de las calles Guadalupe Zuno y Colonias, en la Colonia Americana, hay una de ladrillo, esbelta y muy bonita. Me parece que sus fachadas hacia ambas calles están bien logradas en lo arquitectónico. Sus ventanas proporcionadas, no grandes ni pequeñas, sino las que sus interiores requieren. Con una imagen de solidez constructiva que le da prestancia.
Esperemos que la fachada lateral, que colinda con un par de pequeños “chalets” patrimoniales, no incomode a los vecinos; habría que preguntarles. No recuerdo qué hubo antes en el sitio, espero no una finca patrimonial. Creo que, en principio, es un ejemplo acertado en un contexto valioso de la ciudad, que puede servir de modelo para otras edificaciones.
Si han de hacerse más torres en zonas consolidadas e históricas de la ciudad, habrán de ser muy bellas y funcionales. Que sus departamentos tengan un precio accesible, no justifica que sean edificios “baratos” en su expresión constructiva, o pobres en su proyecto e imagen.
Que sean de muros externos sólidos, y no fachadas de prefabricados tapón, que los hacen verse como si fueran de cartón. Sin las excesivas cristaleras que “ventanean” a vecinos y a sus propios residentes, a los que además achicharran, obligándoles a usar aire acondicionado todo el tiempo. Que estas nuevas torres tengan espacios laterales abiertos que eviten colindancias herméticas estilo “búnker”. Y, que tengan un numero razonable de niveles. Acordes con estas zonas tan especiales de Guadalajara.
Todo esto ha de analizarse colectivamente, entre ciudadanos, autoridades y profesionales. Para que los nuevos edificios aporten a los sitios donde se edifiquen, y a la ciudad en su conjunto, sin perjudicar a sus vecinos. Y, por supuesto, que jamás surjan de la demolición de fincas valiosas.