Según Notivox (08/08/2024), “continúa en pie la demolición de viviendas que invadieron la zona federal del arroyo El Seco en Tlaquepaque. Cien viviendas están construidas de manera irregular en las zonas federales del arroyo. De momento, solo 50 vecinos han accedido a derribar sus invasiones”.
Con las inundaciones, accidentes y muertes que han ocurrido en este arroyo en los últimos años, la autoridad toma cartas en el asunto. La “zona federal” de los ríos y arroyos, es la franja que los bordea, que pertenece a la nación. Su recuperación es necesaria, pero será compleja, por decir lo menos.
Las razones por la que los cauces están invadidos son múltiples. En no pocos casos, porque es el único espacio donde algunas familias pudieron asentarse; pueden llevar allí décadas, lo cual complica mucho la recuperación del espacio invadido. En la mayoría de los casos, no implica la demolición completa de las viviendas, pero sí de algunos elementos constructivos, patios, etcétera. Mientras no sean construcciones sólidas, el tema se dificulta un poco menos.
La delimitación de las zonas federales en los arroyos pudo no haber estado precisada cuando los actuales vecinos se establecieron en sus márgenes, de hecho, algunas zonas no se han deslindado hasta el día de hoy. Otras personas genuinamente desconocían que esa “tierra de nadie”, tenía dueño. Y ahora, son los municipios, amparándose en esta legislación, quienes requieren recuperar el espacio.
También hay casos de personas que conocían que estos terrenos no eran parte de sus propiedades, construyeron, y ahora deben estar de acuerdo en desalojarlos; ojalá que, por el bien de todos, accedan. Según el artículo, autoridades y vecinos analizarán, juntos, caso por caso. Así de minucioso es el tema. Los vecinos piden que se garanticen su integridad y seguridad, tanto por inundaciones como por robos y otros delitos, tienen razón.
Además de ser útiles para evitar inundaciones y tragedias, estos espacios, saneados, y con un adecuado manejo y administración, pueden funcionar también como parques y jardines de recreación y descanso una buena parte del año. Recuperar las zonas federales de los cauces nos fortalecería como sociedad, tendríamos municipalidades más fuertes y capaces de hacer valer la ley. Es un asunto de orden y beneficio común. Aunque lograrlo sea difícil, al final, habrá valido la pena.