La región de Pachuca y Real del Monte se distingue por ser uno de los distritos mineros más antiguos y más productivos de México, los registros indican que sus minas fueron descubiertas en el año de 1552 y dada su proximidad a la Ciudad de México, la zona recibió siempre mucho interés, mismo que se tradujo en fuertes inversiones estatales para la explotación de plata, actividad que rápidamente se convirtió en uno de los pilares de la economía durante la era colonial y todo el siglo XIX.
La ciudad se convirtió en el centro minero productor de plata más cercano a la capital del país, dicha situación trajo consigo un doble efecto para la economía local ; por un lado, facilitó la continuidad en las inversiones para la explotación de la plata, pese a la fluctuación del precio de la misma los bajos costos de transporte lo hacía sostenible.
Por otro lado, a pesar de que la minería se convirtió así en el centro de una economía local y regional vinculadas con la producción de plata, los insumos fueron producidos fuera de la región, como el mercurio, la sal, la pólvora, así como los costales y las velas; tristemente solo la madera se obtuvo de los bosques aledaños a las zonas mineras, dejándonos los áridos cerros que a diario observamos.
Solo las actividades económicas de bajo valor relacionadas con la minería tales como el cultivo de cereales y forrajes, la cría de ganado, la explotación forestal, el comercio y la apertura de caminos se quedaron en la región, sin embargo, era suficiente para la pequeña población local.
Lamentablemente para la ciudad, con la caída de la los precios internacionales de la plata y consecuentemente de la producción del mineral, Pachuca enfrentó un problema que no ha podido superar hasta el día de hoy y es que no ha encontrado una nueva vocación productiva, lo que ha llevado a décadas de estancamiento económico a diferencia de los estados vecinos, como Querétaro, que supo aprovechar las ventajas comparativas y logísticas de su cercanía con la Ciudad de México absorbiendo buena parte de la actividad industrial a nivel nacional y ahora están en camino a convertirse en uno los líderes del país.
Sin embargo, el día de hoy, ante la inminente regulación del mercado de cannabis, el estado de Hidalgo y particularmente la ciudad de Pachuca se encuentran ante las puertas de una oportunidad única en su historia, después de décadas de mirar como otros estados que atraen grandes inversiones, generan riqueza y prosperidad para sus habitantes tenemos la inmejorable oportunidad de convertir a la región en líderes de una nueva industria, como no se ve desde el decline de la minería
Con un mercado global que se calcula en 150,000 millones de dólares, el estado de Hidalgo puede convertirse en el principal proveedor de la materia prima, siempre y cuando sepamos aprovechar nuestras ventajas comparativas, entre las cuales destacan la radiación solar que recibe la región, la mano de obra, el clima y el desarrollo logístico que posee.
El T-MEC, en vigor desde el 1 de julio, debe ser una palanca para superar la crisis de la covid-19, y ser un poderoso incentivo para reactivar la economía local, al enganchar a la naciente industria en un mercado de 492 millones de personas, un Producto Interno Bruto de 25.9 billones de dólares y un intercambio comercial de 1.17 billones de dólares.
Grandes empresas del sector farmacéutico a nivel mundial están interesadas en invertir en el cannabis medicinal, así como en los usos industriales de la planta y en productos tan diversos como cervezas o galletas para perros, es por ello que para las autoridades locales debe ser asunto prioritario comenzar con a diseñar un plan y tener clara una estrategia para atraer esas grandes inversiones.
En Pachuca existe un sector dinámico, consciente y emprendedor que muchas veces tiene que emigrar a otros estados y a otros países, para poder explotar todas sus capacidades, es momento de darles su lugar y explotar nuestro potencial.
Como nunca antes es la el tiempo idóneo para aprovechar la infraestructura existente, las universidades así como la creciente demanda para detonar la economía local y atraer a sectores tan ajenos a la historia productiva del estado como la salud, las bebidas alcohólicas, los complementos alimenticios o los productos de belleza.
@jartbulos