Nos han contado historias interesantes de jóvenes preocupados por la invasión extranjera.
Varios de ellos, de buen perfil como estudiantes, se sienten víctimas del sistema educativo. No nos dieron herramientas para enfrentar esta realidad, reclaman.
Uno de ellos, muy analítico pregunta: ¿Si sabían desde el 94 con el TLC lo que venía, por qué no se aceleraron las reformas, mínimo la educativa?
El reclamo duele, la generación que los antecede no los preparó para esta guerra de competencias. Hoy les piden tres idiomas. Sus maestros en primaria y secundaria apenas les enseñaron español.
Tienen nivel bajo en lectura y así los queremos compitiendo contra coreanos, japonés o alemanes.
Rescatemos a estos jóvenes, víctimas de errores de adultos que no supieron prevenir. Su futuro puede ser el subempleo o desempleo. Hoy son universitarios.