Monterrey /
Hasta en los cuentos de Tobi se preocupaban por la deserción escolar.
El Inspector Fobia perseguía a los escolares que se iban de pinta.
Ahora las escuelas parecen tener puertas giratorias.
Fracasan para retener en las aulas a todos los que se inscriben.
Lo mismo las escuelas universitarias que las de instrucción básica.
Los desertores pasan a la otra escuela, la de la frustración y el fracaso.
¿Quién contrata de nuevo al Inspector Fobia? ¿El Gobierno, las familias?