Las decisiones políticas y sociales corren en sentidos opuestos. En el caso de la tenencia, la política dice cancelen, la social adelante. Y hay quienes lo ven en contrario.
En el transporte es igual, lo social es el uso del camión; en lo político, más obras para beneficiar el uso del vehículo particular.
En la vivienda, lo social es la construcción vertical, para evitar largos traslados. Lo político es desarrollo horizontal. La venta de terrenos es más negocio.
Mientras haya claroscuros en los temas de todos y se antepongan los intereses particulares o de grupo a los de la comunidad, seguiremos lamentando el convivir diario.
Los gobiernos deciden en el marco de la rentabilidad política, aunque le dan aires de social.
En ese visor obtuso, reclamamos soluciones reales. Sigamos esperando sentados. Van a tardar.