En el mes de febrero se publicó el libro de Jorge G. Castañeda Sólo así: por una agenda ciudadana independiente, que según su nota explicativa es una propuesta de ideas para armar un programa de la candidatura independiente del 2018, como relata que lo hizo con Vicente Fox cuando era candidato presidencial y para su propia campaña como candidato ciudadano al producir tres textos cortos entre 2009 y 2012.
En el primer capítulo hace una crítica de la primera mitad del sexenio de Enrique Peña Nieto. Enseguida aborda el sentir de la sociedad frente a la corrupción de la política, la impunidad, la violación sistemática de los derechos humanos y los excesos del dinero en las manos de la partidocracia. Es un diagnóstico crudo sobre la clase política y los partidos.
Propone construir una agenda ciudadana “para establecer una diferencia entre ésta y la típica y necesaria agenda partidista” que se enfocaría en la impunidad, la corrupción y las reformas al sistema de partidos y de representación, la defensa de minorías y de la “desdichada mayoría” compuesta por los consumidores mexicanos.
El ultimo capitulo descansa en la tesis de que en México los cambios únicamente son posibles “mediante un gobierno exterior a la partidocracia” que como fuerza ajena al sistema “lo obligue a transformarse”. Asegura que el PRI y el PAN ya fracasaron y la izquierda va de salida en la región. El “soplo nuevo debe surgir sin ellos”, de una candidatura independiente a la presidencia, única, con un programa y con una planilla de candidatos independientes que la acompañe.
La propuesta de Castañeda es duramente cuestionada por María Amparo Casar cuando afirma que en la vida “casi nunca hay un solo así”, es fundamentalista porque remite a una salida única que anula al resto de las opciones, niega la esencia de la política y es un síntoma de intransigencia. No entiende cómo es que un candidato sin partido pueda llegar a la presidencia sin amarres. En democracia las decisiones “casi nunca corresponden a una sola persona”.
Si algo necesita el combate a la corrupción es el acuerdo entre la clase política y la sociedad, “no un dictador benevolente o un superpresidente a prueba de Amarres”. Apostar por un candidato sin partido y pretender que este impulse las mejores causas ciudadanas “es una ficción y un engaño”.
Dos posiciones contrastantes que muestran al país con una situación política ambigua y contradictoria. Nosotros nos quedamos con una reflexión de Ernest Bloch: “No toda la gente vive en el mismo ahora” por lo tanto no todos imaginan el mismo futuro. La candidatura independiente es una válvula de escape para el México de hoy.