1– Descubra su valor: No importa lo inteligente, atractivo y brillante que pueda ser. Si duda de su valía, sus propios pensamientos sabotearán todos sus esfuerzos. Abrase a la vida abundante, convencido que se merece todo aquello que desea o tiene. En la medida en que se crea que lo merece, descubrirá su valor.
2– Recupere su voluntad: Incluso los mejores planes seguirán sin realizarse si no existe un motor o una voluntad decidida a hacerlos. El amor propio y la autoestima surgen como consecuencia de hacer lo que hay que hacer y cuando haya que hacerlo.
3– Energice su cuerpo: Sin vitalidad no tenemos nada, si tenemos salud, todo es posible. Cuidar su salud es la manera más fácil de estar bien consigo mismo y con su entorno.
4– Administre su esfuerzo: Al aclarar sus objetivos y el uso de sus dones, podrá hacer circular correctamente su talento. Amar lo que hace y disfrutar trabajando al servicio de los demás, le ayudan a conectarse con la más alta vocación de su alma.
5– Controle su mente: Recuerde que “El mundo es un reflejo de su mente”. En una mente limpia no hay lugar para fantasmas. Cada uno de nosotros ve el mundo a través de infinidad de filtros: Las creencias, la educación, la opinión, la interpretación, los miedos. Sólo con una mente libre de condicionamientos podremos captar objetivamente la realidad.
6– Confíe en su intuición: La intuición es la llave que le abre la puerta a las dimensiones superiores y le permite conectarse consigo mismo y responder al mundo con otra claridad.
7– Acepte sus emociones, pero no se apegue a ellas: No somos nuestras emociones ni nuestros pensamientos. Hay que reconocerlos y soltarlos completamente para no identificarnos con ellos.
8– Supere sus miedos: “El valor no está en la ausencia del miedo, sino en su conquista”. Dirija su atención hacia lo positivo. Visualizando los resultados positivos conseguirá superar sus miedos.
9– Despierte su corazón: Deje que fluya y rebose su amor. El amor le abre las puertas a la diaria iluminación.
10– Sirva al Mundo: El servicio es a la vez un medio y un fin, al dar a los demás, viene a nosotros la abundancia y la paz interior. Dan Millman.
Amigo lector, usted ¿qué opina?