Como parte de las juntas nacionales de COPARMEX, el jueves 10 de febrero del 2022, asistí a una conferencia de la Dra. Ana Elizabeth Razo, investigadora en el programa interdisciplinario sobre políticas y prácticas educativas del Centro de investigación de Docencia Económicas (CIDE).
Parte de su ponencia estaba centrada en los desafíos que vienen en los tiempos post pandemia en el panorama educativo.
La Dra. Razo exponía un ejemplo donde mostraba que la educación significa: llamas que esperan ser encendidas en lugar de recipientes que deben ser llenados.
¿A qué se refiere? A que el conocimiento no se da solo otorgando información masivamente a los alumnos sino en un proceso de auto reflexión del aprendizaje para cada persona llegue a sus propias conclusiones sobre lo que aprende.
Parte del problema ya lo teníamos antes de la pandemia, en estudios de enero del 2020, 48 millones de niños, niñas y adolescentes en el mundo no asistían a la escuela, 4.5 millones de personas no sabían leer y escribir, es decir el 4.8% del total de la población de 15 años.
45% del estudiantado de 15 años no alcanzaba los aprendizajes suficientes de lectura y ciencias y un 56% no lograban competencias suficientes en matemáticas y menos del 1% de los jóvenes podían distinguir un hecho de una opinión de acuerdo con datos de UNICEF
Es grave ver el punto de nuestras escuelas en México, donde antes de la pandemia el 69% no contaban con servicios de internet y el 45% carecían de drenaje y el 23% no tenían agua potable.
Y si pensamos en el momento que llegó la pandemia, donde los estudiantes tenían que estudiar desde casa, de acuerdo con el CENSO de INEGI DEL 2020, sólo un 56.4% de los hogares en México tenía acceso a internet y un 44.3% contaban con una computadora en el hogar.
En México luego de la pandemia, 262 mil escuelas, 36.5 millones de estudiantes y más de 2 millones de docentes interrumpieron la actividad escolar de la manera en la que la conocemos.
Esa interrupción en los servicios educativos, resalto las grandes desigualdades en nuestro sistema educativo, derivo en una disminución de 2.5% la matrícula escolar, especialmente en preescolar y Educación Media superior, ¿qué significa esto? más de 760 mil niños y adolescentes que se habían escrito en el ciclo 2019-2020 no continuaron el ciclo 2020-2021.
Por otro lado, en cuanto a inscripciones nuevas un poco mas de 5.2 millones de estudiantes no se inscribieron al ciclo 2020-2021.
¿A qué se debe esto?, de acuerdo con estudios de Unicef solo 5.5 de los niveles socioeconómicos más bajos reportó contar con una computadora y 7.7% menciono haber contado con servicio a internet, en contraste con los niveles más altos que reportaron porcentajes de 82% y 91% respectivamente.
En el momento en el que el mundo se detiene, el estado traslada las actividades educativas al hogar, la solución fueron los programas aprende en casa I y II, verano divertido y la alianza SEP y GOOGLE for Education, de acuerdo a estudios de la comisión nacional para la mejora continua de la educación en una encuesta realizada en el 20202, los niños y adolescentes mencionaron que al aprendizaje era poco en estos programas, cuando le preguntas a los muchachos sólo el 5.1% mencionó aprender mucho en el programa aprende en casa 1.
Sin embargo no todo es malo, la pandemia nos dejó aprendizajes positivos en algunos puntos, el primero es que entendimos que la información no es aprendizaje, esto ayuda a los centros educativos a repensar la manera en la que se enseña, se da un valor importante al docente, ya que los padres identificaron la gran labor que hacer día a día cada uno de ellos, se identificó una labor importante que realizan las escuelas en el tema de cuidado y custodia de los niños sobre todo la función socializadora de la institución, se mejoró enormemente las competencias digitales y se pudo encontrar maneras positivas de enseñar a través de la prueba y error.
¿Qué viene para el futuro?, el primero es preguntarnos ¿qué va a pasar con este año y medio perdidos por parte de los estudiantes?
¿Cómo vamos a recuperar el aprendizaje perdido?, Nos tenemos que preguntar si la inversión en educación es la suficiente sobre todo en los niveles más bajos del país y si los diferentes entes de gobierno entienden la importancia de apostarle a este tema tan importante.
Es labor de todos nosotros como ciudadanos exigir a nuestras autoridades prestarle atención a la educación, no solo a las escuelas donde estudian nuestros cercanos sino a aquellas con una desigualdad mucho más pronunciada.
En la manera en la que nos involucremos nuestro país estará mejor. Porque le educación es la base del cambio en cualquier sociedad.