Hoy vamos a explorar un tema apasionante: la inteligencia artificial generativa (generative A.I.) Pero antes de sumergirnos en el mundo de los robots y los androides, tomemos un momento para apreciar lo increíble que es una máquina que intenta ser creativa. Es posible que nunca sepamos si una computadora puede ser realmente divertida, pero si pudiera, estoy seguro de que comenzaría escribiendo un ensayo de ciencia ficción realmente malo sobre sí mismo.
Creatividad, reflexión, consciencia, inteligencia, etc. son palabras que normalmente utilizamos para referirnos a los seres humanos y nuestra capacidad de percibir la realidad y reconocernos en ella. Aunque los últimos avances tecnológicos y el surgimiento de la inteligencia artificial (I.A.) generativa pone en riesgo nuestra hegemonía como creadores, o se está iniciando una simbiosis con las máquinas que nos permitirá aumentar nuestro poder creativo y nuestra productividad.
Inteligencia artificial es la simulación de procesos de inteligencia humana por parte de máquinas, especialmente sistemas informáticos. Estos procesos incluyen aprendizaje (adquisición de información y reglas para usar la información), razonamiento (uso de reglas para llegar a conclusiones aproximadas o definitivas) y autocorrección.
Como todo avance tecnológico, pensar en máquinas que se vuelvan creativas o que nos reemplacen puede asustar a varios. Los seres humanos no estamos diseñados para el cambio… durante milenios estuvimos con poco movimiento y evolución, siendo nómadas hasta la explosión tecnológica y de crecimiento de los últimos dos siglos. Y una mayoría de los inventos que hoy utilizamos y en los que basamos gran parte de nuestro día no tienen ni dos décadas.
La inteligencia artificial es el inicio de los super humanos, donde las máquinas nos traen capacidades aumentadas y nos permiten resolver todos los problemas de la humanidad trayéndonos abundancia. Pero también existen otros futuros distópicos (o así los apreciamos con la información que tenemos actualmente) donde las máquinas terminen reinando la Tierra y nosotros convirtiéndonos en solo unos títeres. Un ejemplo de esto es la “singularidad tecnológica” (singularity) en donde las máquinas inteligentes tienen la capacidad de diseñarse a sí mismas en generaciones de máquinas más potentes y así sucesivamente. Hasta que el resultado son máquinas muy superiores a una capacidad de entendimiento o control humano.
Un poco de historia (te la puedes brincar e ir directamente a lo que te interesa y entender para que te sirve a ti hoy y cómo esto puede ser el principio del fin de Google).
Una primera muestra de esta capacidad de generación de información, contenido, aprendizaje y programación es la I.A. generativa. Los primeros pasos de esta tecnología son tan recientes como 2014 con el surgimiento de las Redes Generativas Antagónicas (GAN, por sus siglas en inglés) que son algoritmos de inteligencia artificial para aprendizaje no supervisado, donde dos sistemas de redes neuronales compiten mutuamente. Una red genera dos candidatos y otra los evalúa, la red que genera va intentando mejorar sus muestras hasta que “engaña” a la evaluadora.
Posteriormente a finales del 2015, Elon Musk junto con Sam Altman y otros científicos fundan OpenAI como una institución sin fines de lucro y para investigación sobre inteligencia artificial (Musk ya no está involucrado en la compañía). Si bien no es la única institución haciendo avances en el tema, tiene tres plataformas impresionantes:
1) GPT–3: Creatividad escribiendo, contestando preguntas o completando textos
2) Dall–E 2: Creación de imágenes y fotos a partir de un texto
3) Jukebox: Generación de música mediante la predicción de notas
Todos usamos a cierta medida este tipo de tecnología, por ejemplo, cuando nuestro celular o un mail nos sugiere cuáles deben de ser las siguientes palabras que debemos usar o cuando nos corrige alguna palabra que escribimos mal. Pero una cosa es corregir texto o insertar un “Estimado” en un mail y otro es escribir un poema, ensayo, chiste o libro.
Llevo semanas jugando con esta tecnología y los resultados no dejan de impresionarme. Es como asomarse entre las persianas y ver lo que trae el futuro. Imposible transmitir esta tecnología en este escrito, para ver el potencial ustedes tienen que experimentar por ustedes mismos:
https://beta.openai.com/playground
Algunas de las cosas con las que pude interactuar:
* Pedirle que escriba un cuento sobre un alienígena que se enamora de un perro en 300 palabras
* Una canción sobre un niño y su árbol
* Las noticias más importantes de X o Y día resumidas (noticias nacionales o locales)
* Las fuentes de las mejores investigaciones científicas para alguna enfermedad
* Inventar una hipotética conversación entre Elon Musk y Albert Einstein sobre inteligencia artificial
* Etcétera.
En resumen, todo es posible, y dependiendo de lo que pidas y cómo lo pidas es lo que el algoritmo te dará de resultado. Pero como todo en tecnología, tu mejor apuesta es tratar de entender lo más que puedas y no quedarte fuera. Este movimiento es imposible de frenar y tenemos que acostumbrarnos a vivir con él. Este tipo de interacción más personal e inmersiva puede ser el principio del fin de Google, también puede ser el principio de relaciones personales con las computadoras (como la película Ella con Joaquin Phoenix donde un humano se enamora de la voz de su celular con quien interactúa y es su compañera), y seguro es el final de las tareas de las escuelas como eran en mi época y ahora se pueden resolver en cuestión de segundos.
En conclusión, queda claro que la Inteligencia Artificial Generativa es algo emocionante. Ya ha cambiado la forma en que nos relacionamos con la tecnología y solo puede seguir haciéndolo. Como con cualquier cosa, todos debemos tener cuidado con lo que deseamos. ¿Quién sabe qué inventará la Inteligencia Artificial Generativa a continuación? Tal vez terminemos con robots mejores que nosotros para escribir ensayos o con IA que nos pueda hacer una taza de té. Una cosa es segura: ¡será un viaje interesante!
Jorge Combe*
* Director de DD3
@jorgecombe