El presidente Andrés Manuel López Obrador ha propuesto la creación de “un grupo de terapias a quienes padecen la enfermedad de la corrupción y no lo reconocen”, esta propuesta no podría atenderse en unos cuantos grupos “tres R“ como los denomina el jefe del Estado mexicano, dada la magnitud de los “enfermos”, por lo que no me parece insensato plantearnos una mudanza de territorio e irnos a la Argentina, donde dicen que cada “Che” es un “analista”.
A lo mejor la realidad está contaminada “por el demonio”, como lo vemos en cada nota informativa de la tv, la radio, la prensa fifí y hasta en las benditas redes, que esta propuesta va más allá de una parábola.
En alguna de sus canciones Silvio Rodríguez dice que al leer la prensa parecía que ayer decía lo mismo.
En una nota de la prensa fifí se dice que en abril “se suman 200 víctimas” de ejecuciones múltiples y solo en ésta semana ocurrió la ejecución pública en pleno centro de Cuernavaca de Jesús García, líder de ambulantes, miembro de la CTM, ayer viernes 10 de mayo hubo otras ejecuciones de personas en una población de Morelos, así como la de un líder campesino opuesto a otra hidroeléctrica, al que hay que sumar a Samir Flores, cuyo crimen continúa sin siquiera investigarse, menos sin castigar a sus sicarios y a sus promotores “intelectuales”.
En Chilapa, Guerrero matan a los líderes indígenas Modesto Verales y José Luis Bartolo Faustino. En Chiapas, el síndico del municipio de Aldama, Ignacio Pérez Girón, esposo de la alcaldesa de ese municipio, fue secuestrado y asesinado.
La lista es interminable y, por otro lado, también se pueden leer notas donde se nos informa de la tala de 54 árboles en la calle de Mayorazgo, realizada por los empleados al servicio de la constructora de Mítikah.
Nos enteramos también que el ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier, fue liberado. Los casos de antiguos funcionarios de todos los niveles del sexenio anterior que eran señalados por corrupción en el caso Odebrecht y La estafa maestra siguen impunes, son solo muestra de los cientos de casos semejantes.
Quizá todo ello se deba a la política de Punto final del Presidente para evitar la persecución de chivos expiatorios que distraigan a la cuarta transformación de sus objetivos fundamentales de poner fin al neoliberalismo.
Hay que decir que en estos días se aprobó, por fin, la abrogación de la llamada reforma educativa de Peña Nieto, aunque para varios dirigentes de la CNTE se trata de la misma gata nomás que revolcada, por lo que anuncian un paro nacional y movilizaciones en todo el país.
En cuanto a las obras públicas del recién nacido gobierno de la 4T, 75 por ciento se ha otorgado sin licitación alguna.
Es sensato considerar desmesurada la petición de los marchistas fifís de que AMLO deje la Presidencia, pero también lo es el tuit del ínclito secretario de Comunicaciones: “Nunca pensé que todos los que están contra AMLO fueran a la marcha, pero sí, FUERON TODOS”.
Mientras todo eso ocurre día con día, en la cotidianidad siguen dándose los atropellos de los diversos niveles de autoridad.
Habrá muchos que consideren necesario callar ante estos problemas. No es mi caso, aunque en una de esas me manden a un Centro de terapia 3R como solía hacer Stalin.