Una sensación de nostalgia, por algo que aún no sucede. Hoy en día el anuncio de retiro de muchos atletas no siempre es garantía, ya que no son pocos los que se arrepienten y vuelven a las andadas.
Sin embargo, con Serena Williams no será el caso. Comunicar una decisión de tal magnitud, lo hizo como siempre, a su manera y entre sus cuidadas palabras “estoy evolucionando lejos del tenis” solo deja entrever la difícil decisión, no quiere que se utilice la palabra retiro, aún da miedo.
Ante tal noticia no pude evitar sentir más real que nunca el inminente retiro de su contraparte varonil, Roger Federer, quien acaba de llegar al peldaño de los 41 años, edad que Serena está a días de cumplir.
Perfectos contemporáneos, maravillaron, revolucionaron y dominaron uno de los deportes más desgastantes y solitarios que hay. Lejos ha quedado el Federer que con 17 años hizo su debut en julio de 1998, y aún más lejos ha quedado la adolescente Serena que en octubre de 1995 forzó su debut.
Se podría decir que Serena fue Serena desde el inicio, pero a Roger le tomó un tiempo convertirse en el Federer que todos conocemos, admiramos y respetamos.
Estilos opuestos, como personalidades, solo un talento digno del Olimpo une a estas dos figuras. Aquí es cuando entendemos que no existe una fórmula específica para la creación de leyendas. Se cocinan una serie de ingredientes bajo distintas recetas que lo que dan como resultado en común es grandeza.
A Serena la encontramos bajo el rol de forastera; representa esa figura rebelde que llegó a irrumpir en un circuito de blancos y revolucionó el tenis femenil con un perfil atlético sinigual. Roger fue drama y presión al inicio de su era profesional y quizá fue la muerte de un ser querido lo que lo hizo florecer bajo una técnica y elegancia que es difícil volvamos a presenciar en este deporte. Si su tenis fuera una pintura, opacaría a la Mona Lisa en el Louvre.
Ninguno de los dos se quedará con el récord absoluto de más títulos de Grand Slam, pero no hay duda que juntos definieron por más tiempo y más que nadie el deporte en la era abierta.
Pase lo que pase en el cierre de ambas trayectorias y fuera de los interminables debates sobre quién es el mejor, en verdad ¡qué difícil es decir adiós!
Twitter: @jiimejime
