“Me quedan pocos años de vida,
pero el tiempo que me queda
lo voy a dedicar a defender
los derechos de la mujer”.
Ministra Olga Sánchez Cordero,
secretaria de Gobernación.
Mitin en el Monumento
a la Revolución, 2019.
Una prueba de honestidad, de compromiso con un verdadero estado de derecho, con una visión de género y de defensa de los derechos humanos en general y de la mujer en particular por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador fue haber elegido para el segundo cargo más importante del país a la ministra Olga Sánchez Cordero.
Simplemente no invitas a alguien como a la ministra Sánchez Cordero si no tomas en serio la seguridad jurídica, el estado de derecho y la protección y defensa de los derechos humanos en general y de la mujer muy en particular.
Es justo reconocer que, teniendo la posibilidad de optar por una vida cómoda con una amplia zona de confort, la ministra Sánchez Cordero siempre ha optado por el camino largo, el camino difícil, el camino de lo correcto y nunca se dejó seducir por una vida despreocupada.
En cada encrucijada la ministra Sánchez Cordero siempre prefirió optar por asumir las mayores responsabilidades; desde sus estudios de posgrado en Londres con tres hijos pequeños, la cátedra en la Universidad Nacional Autónoma de México, la publicación de libros de su autoría, triunfando en el examen más complicado para cualquier abogado que sin duda es el examen de oposición para lograr ser la primera mujer notaria de Ciudad de México y contribuir a la seguridad jurídica de los habitantes de la gran CdMx y abrir la puerta y el camino para otras extraordinarias mujeres hoy notarias también; hasta el encargo público para responder a un compromiso social y ciudadano en los tres órdenes de gobierno como magistrada y ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el Poder Judicial; como constituyente en la expedición de la Constitución Política de Ciudad de México y senadora en el Poder Legislativo; y hoy como titular de la Secretaría de Gobernación, en el Poder Ejecutivo, siempre con honradez y al compás que le enseñara su padre don Jorge Sánchez Cordero y que ella misma recuerda, honra y resume en tres palabras: trabajo, trabajo y más trabajo.
Para el gremio de notarios, abogados, y académicos del Derecho al cual pertenezco y a la ciudadanía en general no puede pasar desapercibido que con la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador y bajo la operación de la ministra Olga Sánchez Cordero, la Secretaría de Gobernación pasó de ser la oficina más obscura y tétrica del Estado a un bastión de protección y defensa de los derechos humanos de la ciudadanía, haciendo mancuerna con don Alejandro Encinas, extraordinario y auténtico servidor público en la subsecretaría, justo es mencionarlo.
El presidente López Obrador encuentra en la ministra Sánchez Cordero una compañera ideal para su lucha a muerte, frontal y heroica contra la corrupción que campeaba a sus anchas en anteriores gobiernos como ha comenzado a relucir en los últimos días.
El combate de la ministra Sánchez Cordero por los derechos de las mujeres es añeja, es constante, es intensa, es inteligente, decidida, permanente y a muerte, pues lo será hasta su último aliento y ha dejado huella en todos sus colaboradores y en su entorno a escala nacional y muy particular en el gremio de abogados, notarios y académicos en la República Mexicana.
Por si ello fuera poco, la secretaria de Gobernación, ministra Olga Sánchez Cordero, ha sabido tener éxito también en su familia, con un esposo y tres hijos verdaderamente extraordinarios.
Sin duda, un ejemplo a seguir para hombres y mujeres de una nueva clase política, abogados, legisladores, jueces, y hombres y mujeres de familia. Felicidades al presidente López Obrador, a los mexicanos y en particular a los abogados, notarios y académicos de lo jurídico, que nos podemos ver reflejados con orgullo y dignidad en una abogada de la talla de nuestra ministra Sánchez Cordero, nuestra secretaria de Gobernación.
Que sirva la presente como un reconocimiento a una abogada, maestra, notaria, ministra, legisladora y secretaria de Gobernación ejemplar, pero sobre todo, como ella misma lo dice, su primer y más importante distintivo, como una mujer más de todas las mujeres.
*Abogado por la Escuela Libre de Derecho y maestro en Derecho Internacional por el Tecnológico de Monterrey
