En el camino hacia las elecciones presidenciales de 2024, las candidatas presidenciales enfrentan una serie de retos económicos cruciales que demandan atención y soluciones audaces. Es fundamental que las plataformas políticas a desarrollar con miras a las elecciones de junio próximo sean proyectos que realmente atiendan de raíz los problemas históricos de México.
Hace unos días Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional, realizó una serie de severas críticas a los economistas ortodoxos. En particular, ella mencionó que éstos tienen una fe ciega en modelos que están alejados de la realidad. “Muchos economistas son en realidad una camarilla tribal. Ellos se encuentren entre los científicos más tribales que puedes imaginar. Se citan unos a otros. No van más allá de ese mundo. Y tal vez los modelos (económicos) tengan algo que ver con eso”, afirmó Lagarde.
En este sentido, México lleva más de treinta años bajo la conducción de dichos modelos que están desconectados del mundo real. Gobiernos llegan, gobiernos se van mientras que el mismo enfoque económico se mantiene intacto. Y los resultados son más que evidentes: se ha fracasado en proveer legítima justicia económica a toda la población. Además de un creciente deterioro ambiental.
De continuar con el statu quo económico, difícilmente se podrá aspirar a un mejor país. Puede haber pinceladas que lleguen a ser agradables a la vista, pero la verdad es que mantener estos modelos irreales que menciona Lagarde sólo potenciará la infantilización del sector público desvaneciendo su eficacia para atender las necesidades de la gente. Esto incluye, el seguir usando las asfixiantes y dañinas políticas de austeridad fiscal.
Los modelos a los que se refiere Lagarde son los que han sido incapaz de enfrentar las recientes crisis. Por ejemplo, los bancos centrales prácticamente tuvieron un papel de mero espectador para domar las presiones inflacionarias. Asimismo, algunas naciones durante la pandemia decidieron hacer recortes presupuestales cuando, en realidad, lo que se requería era inyectar una cantidad elevada de gasto público a la economía para proteger a la población.
Los modelos que critica Lagarde son aquellos que no han impulsado al sector industrial doméstico. La falta de una política industrial moderna ha hecho que México dependa de las decisiones de inversión externa. Situación que obliga a los gobiernos a ser meras agencias de promoción. En las que se busca desesperadamente atraer inversión extranjera a toda costa, sin importar que los beneficios netos de dicha inversión perjudiquen el andamiaje laboral y productivo de los países.
Las plataformas electorales de este 2024 deben proponer un cambio radical en la perspectiva económica del país. En este espacio, proponemos que el mejor enfoque para lograr sacar a México adelante es mediante la Teoría Monetaria Moderna. Es la única visión macroeconómica que alcanzaría una justicia productiva, social, y ambiental. Lo económico es lo vertebral. Es lo que configura las posibilidades y lugares de cada ser en la sociedad.