En épocas recientes se ha planteado que las políticas culturales del estado de Jalisco no son meditadas o generadas en favor de la creación y los creadores. Esto se Ha dicho de maneras diversas. Se ha mencionado entre otras cosas que se buscan en lugar de generar espacios para el desarrollo de actividades. El sacar ganancia de mercader y dificultar con ánimo de buen casero que se difundan sin recursos las propuestas literarias. El ver las cosas desde la sola ganancia monetaria y no desde el impacto social y cultural ha sido una tónica de las “políticas culturales” pero no es sólo un fenómeno de Jalisco o Guadalajara, sino que el fenómeno de una falta de espacios para la exhibición de propuestas culturales y artísticas que no son del fuero de lo rentable económicamente es recurrente de varias partes de la Geografía Latinoamericana.
Así las cosas en estos días he estado haciendo visita a página de otros territorios y con sus bemoles hay una concordancia, que en mucho evidencia un distanciamiento de muchos de los cuadros que ocupan las secretarias, y, departamentos con la realidad de los creadores latinoamericanos y sus productos, de modo que implementan modelos y formas de administrar la cultura que poco o nada tiene que ver con lo palpable. En una apuesta por la ganancia en moneda y no en un desarrollo sustentable socialmente. Así las cosas revisando una entrevista realizada a una de las actrices panameña de repunte en ese país. Podemos encontrar que existe una situación de subdesarrollo de las artes y de una sobrevivencia a un a pesar de las ´”políticas culturales” Así Alejandra Arauz plantea en una entrevista realizada por Errol E. Caballero “En Panamá tienes que hacer de todo, porque sencillamente no paga. Yo vivo de esto, trato de conseguir por todos lados, películas, locuciones, escribir en una revista, hacer poesía, ser DJ, actor…” La coincidencia con la brega de cualquier latinoamericano es esa. El hacer con los recursos escasos y pese a las limitantes. En muchos de los casos lo que aportan las instancias de cultura solo es una función de ornato, y de burocracia anquilosada, y en el mejor de los casos es el apoyo en espacio de reproducción o promoción. Pero cuando se ve con lógica mercenaria se mata a la gallina de los huevos de oro, desde el mismo cascarón y antes de que logre siquiera salir de su niñez. Eso ha sido expresado en muchos momentos: Lo que buscan los funcionarios es explotar un mercado que no existe o que no está en etapa para ello obstaculizando con sus pretensiones más que incentivando el desarrollo de las artes. La política de la falta de políticas parece ser un mal de la América profunda en donde el creador sobrevive a pesar de sus instancias de cultura.