Hace una semana, el Presidente Peña Nieto condenaba el “bullying” un término que sirve para definir el maltrato entre niños y adolescentes en el ámbito escolar que la sociedad civil hace a las fuerzas armadas y a las diferentes instituciones de Seguridad Pública. El domingo pasado, el director del sistema de comunicaciones Adolfo Lagos fue asesinado mientras paseaba en su bicicleta en la carretera México-Teotihuacán.
La condena de Peña contra la inseguridad no se hizo esperar. Habrá que ver si el caso de Lagos se queda en la fila de espera como el de tantos periodistas y civiles en lo que va del sexenio. Aquí nuestros rábanos al respecto.
Que las palabras condenan
en México cada día
a ejército y policía
y el bullying desencadenan.
Que las críticas no frenan
cuando habla la sociedad,
Peña Nieto, la verdad,
no hace falta ser un genio
para ver que en tu sexenio
creció la inseguridad.
Que nadie les da su apoyo
ni a los soldados respalda,
que más bien les dan la espalda
y hasta les tiran mal rollo.
Que así es el subdesarrollo
“todo siempre va al revés”,
pero Peña, lo cierto es
que nos portamos huraños
porque desde hace tres años
nos faltan 43.
Comandantes y tenientes
de lágrimas hacen charcos
y en vez de perseguir narcos
sufren como adolescentes
por el bullying de la gente
que no quiere ser su amiga,
no busco aumentar la intriga
ni fomentar la venganza
pero Peña, la confianza
no la construye Grupo Higa.
Que nadie habla de lo bueno
sólo se cuenta lo malo,
yo únicamente señalo
la paja en el ojo ajeno.
No es alentar el veneno
ni el descontento social,
desconfiar es natural
si ante tanta corrupción
no hay una investigación
ni se ha nombrado a un fiscal.
Para aumentar la confianza
y la credibilidad
hace falta voluntad
y terminar con la transa.
Seguro el rating avanza
(no digo que llegue al diez)
si antes de que acabe el mes
en la mesa se destraba
el caso de Miroslava
junto al de Javier Valdez.
¿Es muy diferente el caso
cuando al director de Izzi
para quitarle una bici
le tocaron los balazos?
Por supuesto que rechazo
cualquier forma de violencia
pero es clara la evidencia
y un ejemplo de instant karma
que hoy tu palabra sea un arma
apuntando a tu incongruencia.