Es muy probable que el viejo Maquío baje nada más a jalarle las patas a su hijo, Manuel Clouthier, que se ha empeñado en acabar con su legado. En cuanto Alfonso Romo dejó su lugar en la Cuarta transformeichon luego luego Manuelito se puso como si hubiera ganado el América, para luego rematar diciendo que ojalá AMLO no se vengue con su antiguo colaborador. Bueno, hasta su hermana Tatiana le puso un soplamocos, sobre todo si pensamos que ninguno de los que ha dejado el gobierno ha sido sometido a ningún tipo de reprimenda, incluyendo aquellos como Carlos Urzúa que no ha podido ser más traicionero y canallesco. Digo, si al Charly le cayera una maldición gitana por vulgar traicionero, cualquiera lo encontraría como algo simplemente lógico y karmático.
Como quiera que sea, Manolín es el clásico representante opositor desprovisto de inteligencia, no se diga de sentido del humor. Todo es echando humo por la boca, bufando y con ojos de toro loco. Bueno, siempre puede alegar el buen muchacho que esta clase de exabruptos se consideran folclóricos y tradicionales en la hermana república de Dinamarca. Es la cosa, hay gente que confunde al Valhalla con Ecatepunk.
Al Manolillo nada más le faltó decir que hubo discriminación al revés en el caso de Romo, pues por ser whitexican lo menosprecian los comunistas sovietizantes de la Cuatroté. Si se negó a cortarse las barbas de chivo cuando se hablaban de los protocolos contra el covid (acordémonos que se puso pior que si le hubieran dado un libro), cuando le vayan a aplicar la vacuna se negará a ponérsela en nombre del Six por México, FRENAAA y el Ku Kux Klan capítulo México, alegando que le van a insertar un chip para transformarlo en Miss Venezuela.
A ver si no le mandan a Lupita Jones para sensibilizar a este gratísimo personaje, al que nada más le falta un grado para hacer una fiesta covid muy danesa al estilo Claude Equis con su respectiva peluca verde de oro.
Ya veo a nuestros opositores en su papel de terraplanistas felices, buscando la manera de torpedear la aplicación de las vacunas por su naturaleza comunista y profundamente antililytellística o porque contravienen los dichos de Paty Navidad sobre los illuminati, o porque te pueden llevar a mover la cintura y los hombros hacia la izquierda igualito que los cubanos.
O peor aún, que con esas vacunas seguramente se les va olvidar su naturaleza whitexican, no puede ser.
