La salida de los migrantes de su lugar de origen se traduce en una dolorosa espera para familiares y amigos que están atentos a sus dispositivos móviles, a sus teléfonos y a sus redes sociales, con el objetivo de conocer información sobre el avance de quienes salieron en busca de cumplir el llamado sueño americano.
Esposas, hijos, madres, padres, primos, tíos y amigos están viviendo momentos complicados ante la incertidumbre porque se desconoce lo que está viviendo quien decidió partir en busca de mejores oportunidades laborales.
La situación no es sencilla porque dentro del territorio mexicano, los migrantes pueden comunicarse con sus seres queridos; sin embargo, al cruzar la línea fronteriza, se pierde todo contacto. Los celulares guardan silencio y la comunicación se ve interrumpida hasta conseguir un nuevo dispositivo móvil del otro lado de la frontera.
Dentro del territorio norteamericano, el migrante se ve obligado a detener su comunicación con sus seres queridos y será hasta el paso de los días cuando se conozca lo sucedido, si pudo cruzar la frontera sin mayores problemas, si se presentó alguna complicación o si fue detenido por las autoridades migratorias.
En medio de las adversidades y de tiempos pandémicos, la esperanza de volver a establecer contacto con los migrantes que salieron en busca de opciones de trabajo para conseguir recursos para su familia se mantiene.
Diferentes familias de la Sierra Mixteca, de la Sierra Negra y de la región de Tehuacán perdieron contacto hace varios meses con sus seres queridos que son conocidos como los “sin papeles” y ahora se espera que, en cualquier momento, pueda sonar el dispositivo móvil para volver a establecer canales de comunicación.
Para los migrantes que están viajando en busca de cumplir la meta de trabajar en Estados Unidos, los momentos complicados pueden ser superados, en ciertas ocasiones, con la fuerza que brinda el recuerdo de sus familias; mientras que para quienes se quedaron, la vida es complicada ante las ausencias que se presentan.
Aunque parezca complicado, el camino para quienes se quedan en zonas expulsoras de migrantes en Puebla es continuar con la esperanza de establecer contacto con quienes decidieron migrar y no sucumbir ante la falta de información ni la desesperación que se presenta. El camino es pesado, pero la alternativa es no perder la paciencia ni la fortaleza interior.
Jaime Zambrano