La NFL aumentó casi al doble sus ingresos por derechos audiovisuales para una década en un acuerdo con tantos ceros que es difícil de enumerar.
Los 10 billones de dólares anuales demuestran que el deporte sigue siendo el único contenido inmune al Video on Demand (VOD).
Las pausas del futbol americano y los tiempos fuera garantizan múltiples espacios comerciales que las cadenas y servicios de streaming valoran para la venta de pauta a anunciantes.
Con topes salariales alrededor de los 200 millones de dólares, los 10 billones divididos entre los 32 equipos alcanzan perfectamente para pagar la nómina y aún sobra para logística, cuerpo técnico, instalaciones y otros gastos.
Eso quiere decir que los ingresos por taquilla, patrocinios, merchandising y otros son casi utilidad neta para la Liga y los dueños de los equipos.
Un equipo deportivo suele ser mal negocio, sin embargo, la NFL y la Liga Premier Inglesa quizá sean las dos excepciones a la regla.
Los números no mienten y así como la NFL duplicó sus ingresos, ha trascendido que la NBA busca superar el incremento porcentual y cuadruplicar los suyos.
Habrá que estar atentos a esa negociación.
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