Era de esperarse, hay relaciones que desde que se plantean predicen su fracaso. El autoproclamado Frente Amplio por México (FAM por sus siglas en español) se encuentra en sus estertores de muerte. Los jerarcas de los tres partidos más desprestigiados de México continúan sin ponerse de acuerdo en relación a los puestos políticos que ambicionan para sus correligionarios y “correligiorarias”.
La desbordada rebatinga por posiciones de poder entre ellos está propiciado su eventual ruptura, ruptura que desde que se inició la gestación de ese Frankenstein estaba predestinado aborto. Hoy, lejos de apoyar a la señora Gálvez, “personaja” a quien en mis textos anteriores en este diario he llamado flor silvestre. Me explico para quienes desconocen el porqué de ese nombre: Xóchitl significa flor en español; y silvestre porque las flores que brotan espontáneamente en las laderas rústicas del monte son silvestres.
Debido a la falta de coordinación respecto a los desbordados intereses de cada partido, sin pudor alguno —como era de esperarse— han hecho a un lado a su candidata. Es un hecho que flor silvestre no tiene ni voz ni voto en las decisiones del FAM, ese mazacote espeso y gelatinoso —gelatinoso por aquello de las gelatinas—, eso quedó demostrado con el dedazo que le otorgaron este fin de semana al recalcitrante panista Santiago Taboada, dedeado como candidato al gobierno de CdMx, designación instrumentada a espaldas de flor. Ella se enteró a “toro pasado”.
A estas alturas del FAM, la candidata aliancista a la presidencia simplemente ha sido ninguneada por sus mismísimos promotores, acatando las instrucciones de Claudio Jr., gerente de ese galimatías. Hace tres meses, cuando no encontraban entre sus devaluadas huestes una persona íntegra que pudiera aportarles algunos votos de consolación, flor se les apareció. Fue así que supusieron que esa carta sacada de la manga sería su salvación.
Lo singular del caso es con la lavada de coco que le aplicaron a flor silvestre, ella se hizo la ilusión de llegar a la grande, no obstante sus limitadísimas posibilidades.
Colofón
En cuanto al otrora poderoso PRI, en virtud que día con día pierde credibilidad y respeto por el equivocado manejo político —por decir lo menos— de Alejandro Moreno Cárdenas, el tal Alito, su peor es nada líder nacional; el hombre ha tenido el talento de demoler lo poco que quedaba de ese partido después de tantos saqueos, corruptelas, nepotismo y…
