Para internarme en este tema dedicado al agua lo obvio sería iniciarlo con la frase: el agua es el origen de la vida. Repetirlo podría salir sobrando, pero no. El agua es el elemento vital para la supervivencia y desarrollo de humanos, animales y plantas. Cuando hay sequías no hay cosechas, surge la hambruna y se detiene el desarrollo.
Desde hace varias semanas hemos padecido en Jalisco un calor que no se presentaba desde el 7 de junio de 2010. Aquel día el termómetro subió a 39.5 grados centígrados. La semana pasada el calor llegó a poco más de 40 grados en Guadalajara.
En días recientes, sumado a las altas temperaturas, ha escaseado el agua en nuestro estado y en enormes extensiones del territorio nacional. Nos enfrentamos a una situación que amenaza con incrementarse.
Algunos pueblos de la antigüedad recurrían a sus respectivos cultos para que lloviera. Los aztecas invocaban a Tláloc, el dios de la lluvia. Los apaches, comanches, yaquis y otros pueblos americanos recurrían a sus rituales para paliar las sequías. En la Grecia clásica Zeus era el dios del trueno y el agua.
Desde hace muchos años se ha recomendado a la población jalisciense usar el agua con moderación. Si enfocamos nuestra consciencia cívica a esta práctica, no nos faltará el agua y no tendremos que rendirle culto a ninguna deidad para que llueva. Eficiencia hídrica es el nombre del juego.
Las escasas, ocasionales y superficiales campañas que en algunos momentos se han implementado en Jalisco “promoviendo” el cuidado del agua, no han rendido frutos, se han enfocado e implementado mal. Además de campañas efectivas, deben impartirse a los niños de educación básica y media, cursos relacionados con la cultura del agua para que crezcan respetando el vital elemento. Ellos se encargarán de inculcar a sus progenitores la importancia de esa práctica.
Ante los actuales bajos niveles de nuestras presas, y la paulatina y dramática desecación de nuestros lagos y lagunas en territorio nacional, aumenta la posibilidad de que este año se registre una sequía más grave que la de 2022. De acuerdo con el más reciente reporte del Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua, más de la mitad de nuestro país se encuentra en ese riesgo
Colofón
Si usamos el agua conscientemente aseguramos nuestra supervivencia y la de las futuras generaciones. Si no, el destino de la humanidad será de pronóstico reservado. Tómalo en cuenta.