En la propuesta de gasto público para el último año del gobierno de Enrique Peña Nieto, presentada el viernes pasado a la Cámara de Diputados, no sólo no aparecieron partidas para importantes obras prometidas y proyectadas en Jalisco, sino que se destinaron cantidades millonarias para reactivar proyectos con muy lamentables antecedentes. Me refiero, por ejemplo, a los casi 567 millones de pesos asignados a la Comisión Federal de Electricidad para compra de terrenos, estudios e infraestructura para relanzar Cerritos Colorados, el proyecto de exploración y explotación de geotermia en el Bosque La Primavera, de tristes recuerdos en sus inicios en la década de los 80´s, cuando el poco control de los gases causó severos daños a más de 400 hectáreas de esta área natural protegida. En el anecdotario político local quedó aquel bochornoso episodio de cómo las autoridades quisieron ocultar el daño ambiental y la deforestación pintando de verde piedras y parcelas afectadas por los trabajos de la CFE, que fueron clausurados en 1989. Cuentan que estos recursos habrían sido tomados de una partida que originalmente era para iniciar la primera etapa de obras para evitar las inundaciones en la ciudad y que gestionaron desde el año pasado diputados federales de Jalisco. Este programa, borrado del presupuesto 2018, había sido anunciado el año pasado con bombo y platillo tanto por el gobierno estatal como por los gobiernos municipales metropolitanos. Habrá que ver si en los debates del presupuesto los legisladores jaliscienses pueden revertir esta situación y recuperar el dinero para estas obras urgentes para la ciudad. Como argumento, los diputados y las diputadas federales jalisciense pueden señalar la oposición de ambientalistas y científicos, e incluso del gobierno estatal de que se continúe este proyecto hasta que la CFE no presente un nuevo diagnóstico y plan de acción que garantice que no se afectará nuevamente esta Área Natural Protegida. Por parte de los expertos la exigencia es que la CFE cancele definitivamente Cerritos Colorados, por todas las amenazas que ya padece el Bosque La Primavera, sobre todo por la presión urbana e inmobiliaria, y por el hecho de que Jalisco es el segundo estado más rico en yacimientos geotermales, con otros 390 puntos susceptibles de exploración y explotación, algunos de ellos en las laderas del Río Santiago. Otro argumento que pudieran esgrimir nuestros legisladores en defensa de La Primavera y en busca de recuperar los recursos para obras contra las inundaciones, es el hecho de que aún pasando estos casi 567 mdp para 2018, sumados a los que han asignado hasta este año, darían apenas poco más de mil millones, menos de un tercio de los que se necesita para completar la inversión necesaria para poner en operación la planta geotérmica en La Primavera a la que se aferra la CFE desde el siglo pasado para producir inicialmente 25 megawatts, que puede encontrar en áreas naturales no protegidas de Jalisco, con inversiones similares a las que no aplica aún en el principal pulmón del Área Metropolitana de Guadalajara.
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