Hagamos un ejercicio de imaginación, un juego en el que la suposiciones se valen por un instante y en el que solo por un día aquella mítica portada publicada por Bono, el cantante de U2, en 2006 como editor invitado de The Independent se hiciera realidad: "Today no news" ("Sin noticias hoy").
En México no es desconocido que el periodismo serio y profesional en materia política y de seguridad pública es una de las cosas más peligrosas que se puedan hacer en el país.
Quienes se dedican a esa actividad en la cotidianidad de la vida mexicana ponen en riesgo sus vidas para informarle a la gente lo más turbio y oscuro del abuso del poder político y las componendas de la criminalidad sin que parezca importarle a alguien o, mejor dicho, sin que la sociedad se preocupe por ello.
Por eso, en esta moda de los paros de labores ("un día sin migrantes", "un día sin mujeres", "un día sin árbitros" y así) pensemos qué pasaría si ocurriera "un día sin periodistas" con el mismo objetivo que los anteriores: concienciar a la sociedad sobre el importante papel de los periodistas.
Habrá quienes darán gracias al cielo por tal "bendición"; serán principalmente políticos corruptos que ese día serán libres de hacer lo que les venga en gana sin que nadie lo note; diputados abusivos que tratarán de hacer que se apruebe ese día alguna ley que beneficia sus intereses personales o de grupo por encima de los de la sociedad.
Delincuentes que podrán asesinar impunemente, a diestra y siniestra, porque nadie lo sabrá; jueces corruptos que podrán dictar sentencias según lo dicte su bolsillo; transportistas abusivos que cobrarán el precio del pasaje que se les antoje porque nadie dirá nada y comerciantes sin escrúpulos que aumentarán los precios de sus productos nada más porque sí.
Imagínese por un día no saber si el dólar o la gasolina subió o bajó, no saber las nuevas locuras del emperador norteamericano, no saber de los reportes viales, no saber si hay asaltos en el país, no tener idea si ya terminó la huelga de árbitros, los resultados del deporte en el mundo y el país o cuáles serán los próximos lanzamientos musicales y del mundo del espectáculo o la masificación de los mensajes de redes sociales.
El periodismo, ese cuarto poder que debe operar como contrapoder, ayuda a mantener a la sociedad en funcionamiento, su mala praxis es detestable y aborrecible así como lo son las agresiones a quienes ayudan a que la sociedad funcione. ¡Basta de amenazar, agredir y asesinar periodistas! Claro, solo si queremos evitar, no un día, una vida sin periodistas.