Las decisiones de Televisa parecen ser medidas de pánico dentro de una crisis que no acaba por terminar. Una encuesta de Parametría estaría dando luz respecto a que, otra vez, la empresa de Emilio Azcárraga está dándose un balazo en el pie.
La encuestadora publicó cuáles son las televisoras más populares e impopulares en el país; los resultados indican que Canal 11, Foro TV y CNN son los que obtienen una mejor opinión efectiva entre los participantes de la encuesta; le siguen Proyecto 40, Canal 22 y Notivox Televisión.
¿Qué tienen estas televisoras en común que hace que la gente tengan una buena opinión sobre ellas? Simple: su especialidad informativa radica en la producción de segmentos noticiosos creíbles, confiables e interesantes.
A pesar de esto, y casi concurrentemente en tiempos, Televisa anuncia la decisión de sacar del aire los programas de su barra noticiosa y lo hace, según su propio comunicado, por "motivos comerciales" pues las audiencias los habían recibido bien.
No es la primera vez que un buen proyecto de contenidos se viene abajo porque la parte comercial no encuentra la manera de venderlo, recordemos hace unos años una radiodifusora llamada "Neurótica" que se fue porque el área de ventas simplemente no supo cómo vender este nuevo producto a sus viejos anunciantes.
En Televisa parece haber ocurrido algo similar: en vez de que el área de comercialización buscara nuevos anunciantes, adecuados al perfil de los programas, deciden acabar con los programas porque los viejos anunciantes no se interesan en ser parte de esos espacios.
Televisa y Tv Azteca han frenado el desarrollo de contenidos más interesantes a los que siempre han presentado porque sus áreas de comercialización no encuentran la manera de venderlos a pesar de que las audiencias los reciben con cierto agrado.
Si a ello le sumamos la presión que proviene por parte de las producciones nativas de la Tv On Demand, o los canales de YouTube, el resultado es una explosiva mezcla en la que las viejas y anquilosadas televisoras obsesionadas con su idea de que todo lo hacen bien, siguen haciéndolo todo mal.
Televisa y Tv Azteca continúan perdiendo: en contenidos, en creatividad y en dólares; es difícil saber por cuánto tiempo más pero es un hecho que se trata de una crisis en la que están sumidos por ellos mismos por no saber reinventarse y por no entender que el negocio del entretenimiento cambió y se ha diversificado, que la audiencia manda y que ya no se conforma con cualquier cosa.