Nuestro país se define como una República Federal, después de que durante la consolidación como país independiente se instauraron modelos como el centralista, monárquico, distintos esquemas de federalismo, como el regionalista, el cooperativo, el centralizador, entre otros.
Nuestra vocación federalista ha permitido la consolidación de nuestra nación, y ha sido un factor determinante en el fortalecimiento de nuestra democracia, lo cual queda demostrado con el mosaico político representado en los tres diferentes niveles de gobierno, las cámaras de diputados locales y el Congreso de la Unión.
Sin embargo, un tema histórico en el debate federalista ha sido el centralismo, donde el gobierno federal ha tenido siempre mayor participación de los recursos que se recaudan, manteniendo el centro el control de los ingresos fiscales y la planeación presupuestaria, siendo esto cada vez más marcado sobre todo después de la revolución.
El sistema político presidencialista trajo como consecuencia que este esquema se fortaleciera, tanto en lo financiero como en lo político.
La alternancia política trajo como consecuencia presión de los gobiernos estatales, quienes reclamaron una repartición más equitativa, que permitiera tener un mejor acceso al reparto presupuestal que les diera mayores elementos para detonar el desarrollo regional.
En este sentido, Tamaulipas es una de las entidades que más aporta en pago de impuestos a la Federación, por lo que se deben valorar otros criterios además del factor poblacional, en un nuevo esquema con otros criterios en la distribución fiscal, contemplando temas como la migración en la frontera y seguridad.
En síntesis, una mejor cooperación de la Federación hacia estados y municipos que impulsen el desarrollo regional, ¿no cree usted?