En la construcción de la paz, resulta indispensable que todas las acciones sean dentro del marco legal, porque el Pacto Social está basado en el sometimiento de los ciudadanos al imperio de la ley, por tanto, no puede haber excepciones.
Viene el tema a colación con motivo de las reuniones que en días pasados sostuvo el Subsecretario de Gobernación con grupos de autodefensas, lo que ocasionó una inmediata reacción por parte de los gobernadores de las entidades en donde se realizaron, Tamaulipas entre ellas.
Es importante decir que la autodefensa, en derecho penal, es una causa que justifica la realización de una conducta sancionada penalmente. Por lo que hacer justicia por propia mano o asumir la “tutela arbitraria de los propios derechos”, son en repetidas ocasiones venganzas, signos de rencor y violencia, que no conduce a una solución.
Además de que tenemos claro que la responsabilidad del Estado es dar seguridad a sus gobernados, por lo que no se puede caer en una situación de excepción que pueda generar otro tipo de situaciones. En Colombia, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) fueron originalmente organizaciones paramilitares que nacieron para luchar contra los grupos guerrilleros, pero estuvieron patrocinados y algunos infiltrados por el crimen organizado. Una historia fallida que es conocida. Legalizar la venganza o ideologizar el Estado de Derecho no es correcto, sólo vulnera nuestro marco jurídico y en nada abona a fortalecer el tejido social, sobre todo en regiones que han sido duramente golpeadas por la inseguridad.
Cien años de injusticia no hacen Derecho. Las verdaderas tragedias no resultan del enfrentamiento entre un derecho y una injusticia, surgen cuando alguien hace justicia por su propia cuenta, ¿no cree usted?