El cambio climático sigue siendo el gran tema pendiente del concierto internacional, que no ha logrado ponerse de acuerdo para asumir de manera conjunta las acciones necesarias para atender esta situación que nos impacta a todos, países desarrollados o en desarrollo. En estos días se celebra en Madrid, España, la Cumbre COP25, en donde el fantasma de la derrota en la lucha contra el cambio climático ronda por sus pasillos.
Nuevamente se impulsa la intención de impulsar el Acuerdo de París de 2015, que se enfrentó a la resistencia de países como China, y que en esta ocasión está precedido por desastres naturales que los especialistas señalan como consecuencia del calentamiento global, como incendios en el Ártico, la Amazonia y Australia a intensos huracanes tropicales.
El día de inicio de los trabajos de esta reunión mundial, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que los gobiernos ahí representados corren el riesgo de dejarse llevar hasta un punto de no retorno ante la posibilidad de falta de acuerdos.
Ante este escenario, retomó su postura de defender e impulsar una acción más ambiciosa para revertir el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que reiteró su exhorto a los países de evitar caer en un camino de rendición, que llevaría a poner en peligro la salud y la seguridad de todos. Por lo que resulta indispensable que se resuelva una cuestión pendiente del Acuerdo de París: las normas sobre el mercado de emisiones de dióxido de carbono, un asunto vital para iniciar una acción más rápida para reducir las emisiones.
Tarea difícil sobre todo en un momento en donde la intención de fortalecer el Acuerdo de París se complica ante la decisión del gobierno de los Estados Unidos retirarse formalmente del pacto.
Por eso debemos desde nuestro ámbito personal, familiar y comunitario, contribuir con acciones amigables con el ambiente.
De esa manera, podremos con una activa participación ciudadana formar parte de una responsabilidad conjunta, como lo es el cuidado de nuestro planeta, porque debemos recordar que solo tenemos uno, ¿no cree usted? _