En la anterior columna hablamos sobre el carisma y prometí algunos consejos para ponerlo en práctica, ya les adelantaba que serían sencillos y a veces hasta obvios, así que no esperen nada científico.
El campo de entrenamiento para aumentar tu carisma son las personas, así que revisa tu agenda y establece una intención para las citas que tengas durante los próximos 30 días.
No es establecer un objetivo, sino una intención, ¿Cómo quieres ser recordado?, ¿Qué te gustaría saber de su vida más allá del trabajo?, ¿Qué te gustaría compartir de la tuya?, ¿Cómo se ha sentido? ¿Qué proyectos tiene?, quizá lo más importante que debes llevar en la cabeza es ¿Cómo quieres que se sientan las personas cuando interactúan contigo?, que tus citas se hagan CON intención, es decir de manera consciente y no con el piloto automático funcionando.
El carismático desencadena conversaciones maravillosas, es un catalizador de dopamina, esta sustancia es un neurotransmisor sintetizado por nuestro cerebro y permite la coordinación del movimiento, además de propiciar la sensación de bienestar, placer y relajación.
Para lograr que el otro segregue dopamina a partir de la interacción con el carismático, es necesario de sacarlo de su zona conocida, hay que cambiar los guiones sociales en preguntas y respuestas, los peores iniciadores de conversación, esos que no generan ni una reacción en nuestro interlocutor son los consabidos ¿Cómo te va?, ¿Cómo estás?
En un estudio con más de 2000 personas se midió la reacción positiva ante diferentes iniciadores de conversación y las preguntas que más emoción movieron fueron, ¿En qué proyecto personal que te apasiona estás trabajando?, a la gente le encanta hablar de sus pasiones, compartirlas, les brillan los ojos, su piel se sonroja y una leve sonrisa se esboza.
Otra de las preguntas que movió sentimientos de gran manera fue, ¿Qué fue lo mejor de tu día?, con esta pregunta les remitimos a repetir la sensación de poder y positivismo de su día, les entregamos el poder de recordar lo bueno.
Otra pregunta poderosa, pero riesgosa, fue ¿viene algo emocionante en tu futuro? Y es que los extrovertidos la amarán, pero los introvertidos la odiarán, así que ten cuidado al ponerla en práctica.
Muchos consejos más para desarrollar el carisma se quedan en el tintero, y prometo hacer la tercera y última entrega sobre este tema.
¡Abrazos todos!