Han sido semanas de intenso estudio, investigando diversos autores y sus propuestas para el desarrollo del liderazgo. Muchos de ellos coinciden en los grandes temas del liderazgo, como la comunicación, la toma de decisiones, la empatía, el manejo de emociones, el desarrollo del equipo de trabajo, la gestión del tiempo, la ética, la responsabilidad, las habilidades de coaching y un largo etcétera. No hay un autor que tenga "la verdad" en un solo libro; cada uno de los temas abarca la obra de 10 o 20 autores.
También debo mencionar que no hay nada nuevo bajo el sol; las obras de cualquiera de estos autores son como una receta de cocina: los ingredientes son los mismos, la diferencia estriba en qué y cuánto ponen de cada uno de ellos para llegar a una nueva interpretación.
En lo que no se ponen de acuerdo es en cuánto tiempo se desarrolla un líder o de qué tamaño debe ser el compromiso para llegar a llamarse de esa manera, nadie lo sabe. Dice John Maxwell que no se puede ser líder si no hay seguidores. Ahora, si nos atenemos al significado de seguidor, son aquellos y aquellas que toman la misma dirección, el mismo camino que lleva el líder, lo cual me remite a lo siguiente:
Un líder siempre debe tener un objetivo; se vuelve guerrero y si conquista el objetivo debe ir por el siguiente y así sucesivamente hasta que decida dejar de ser esa persona digna de ser seguida. Para conquistar el objetivo se deben desarrollar, poco a poco, las habilidades, destrezas y fortalezas de las cuales hablamos en el primer párrafo, pero lograr el objetivo puede no volverte líder, sino simplemente un operador eficaz.
¿Entonces, cuándo te vuelves líder? Bueno, la respuesta es muy compleja, pero podríamos inferir que cuando el ejemplo cambia la vida de los integrantes de ese equipo, entonces ya estamos hablando de un liderazgo en ciernes. Recalco la palabra "equipo" porque se puede influir y cambiar la vida de las personas sin ser líder; solo como muestra, podemos tomar a escritores e investigadores.
Ahora la pregunta sigue en el aire: ¿Cuánto tiempo se toma para ser líder? Pues bien, como esto se trata de cambio, hay un elemento sin el cual no hay posibilidad de liderazgo alguno: disciplina. Sin disciplina no hay modo, porque el cambio requiere disciplina para estudiar, informarse y ponerlo en práctica. Y precisamente es en la práctica donde está el quid del asunto.
Dicen los entendidos que un cambio tarda en arraigarse y hacerse parte de tus células al menos ¡2 años!, aunque en el camino vas viendo resultados, quizá esa sea la razón por la cual pocos se atreven a tomar la ruta del liderazgo como un camino de vida y prefieren seguir siendo lo que son, lo cual no está mal ni se juzga. ¡No todas las estrellas brillan igual!
¡Abrazos todos!